Interior

Barcelona decide colocar bolardos 3 meses después del atentado

La Junta de Seguridad Local también acuerda peatonalizar la zona de la Sagrada Familia.

Mossos y la Guardia Urbana intensificarán esta Navidad su vigilancia en los ejes con más comercios de Cataluña
Mossos y la Guardia Urbana intensificarán esta Navidad su vigilancia en los ejes con más comercios de Cataluñalarazon

La Junta de Seguridad de Barcelona, en la que participan tanto la Generalitat y el Ayuntamiento, acordó ayer instalar obstáculos, como arbolado y bolardos, en varios puntos del centro de la capital catalana, entre ellos la Rambla, tres meses después de los fatídicos atentados en el centro de la capital catalana y en Cambrils que dejaron 16 fallecidos. Otro acuerdo fue peatonalizar las calles adyacentes de la Sagrada Familia. La conselleria de Interior informó que se acordó instalar en varias zonas céntricas obstáculos provisionales, además de los bolardos flexibles provisionales, además de árboles, jardineras y cubos de hormigón.

Las medidas se aplicarán de forma progresiva, y están especialmente enfocadas hacia la campaña de Navidad. Se acordó que, en el lugar del atentado, el emblemático paseo de La Rambla, se instalarán de forma progresiva los citados elementos, incluyendo bolardos. También habrá medidas de carácter más permanente en los proyectos y reformas urbanísticas que se están desarrollando en el centro de Barcelona. En este sentido, se estudiará la ampliación del uso de elementos ordinarios del mobiliario urbano, para proteger zonas vulnerables.

MEJORAR LA SEGURIDAD

Con la peatonalización de la zona de Sagrada Familia, se harán cortes en las calles Marina, Sardenya y Provença, en el marco de los proyectos existentes de pacificación de los entornos de la basílica, y para mejorar la seguridad de los vecinos y turistas. Se trata sin duda del sitio barcelonés con más afluencia de visitantes, y por lo tanto, suscpetible a un posible nuevo atentado.

Tras los atentados, se reforzaron los dispositivos de seguridad policiales, y se colocaron obstáculos móviles en distintos puntos, que ahora se sustituirán por elementos fijos. Además, personal especializado de los Mossos d’Esquadra está formando a mandos y a miembros de la Guardia Urbana en materia de detección de radicalismos. Ambos cuerpos reforzarán su presencia esta Navidad en algunos puntos de la ciudad, sobre todo en los puntos más comerciales.

Básicamente, realizarán funciones de proximidad y de prevención, para garantizar la seguridad, y darán prioridad a las patrullas uniformadas, en especial a los ejes comerciales de cada barrio.

Este grupo específico está integrado por el Ayuntamiento de Barcelona –áreas de seguridad y prevención, Guardia Urbana, Bomberos, Urbanismo, Movilidad, distritos y Turismo–, los Mossos, la Policía Nacional y la Guardia Civil.

Las principales actuaciones irán encaminadas a evitar actos delictivos y el control de las infracciones que puedan perturbar la convivencia y el descanso de los vecinos, además de que se pondrán obstáculos móviles en puntos de gran concentración de personas.

Sin embargo, los Mossos, con un papel preponderante en la Junta de Seguridad Local de Barcelona , arguyeron tras los atentados que, sin estar en contra de los bolardos, no eran partidarios de instalar este tipo de elementos indiscriminadamente en todas las zonas susceptibles de ser atacadas por el terrorismo yihadista. No obstante, ahora la junta aprobó esta medida.

El modelo preventivo de los Mossos, explicó entonces la Policía Autonómica, se basa en los informes que elabora la Comisaria General de Informació. A partir de estos, se analiza cada punto de la ciudad, y cada gran acontecimiento que acoge, y se diseña el mejor modo de evitar un atentado terrorista. La polémica, sobre todo, surgió porque los Mossos vieron en aquel aviso de la policía española una injerencia estatal, hecho agravado con el asunto Josep Lluís Trapero.