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Barcelona reformulará la superisla de Poblenou

Los vecinos quieren corregir algunos aspectos mientras la oposición pide su completa desmantelación

El espacio dedicado al ocio con una cancha de baloncesto y una de futbito. Arriba, un autobús despistado se cuela en la supermanzana por accidente
El espacio dedicado al ocio con una cancha de baloncesto y una de futbito. Arriba, un autobús despistado se cuela en la supermanzana por accidentelarazon

Los vecinos quieren corregir algunos aspectos mientras la oposición pide su completa desmantelación.

Después de siete días funcionando, las quejas por la superilla (supermanzana) del Poblenou no cesan. Los vecinos siguen preocupados por la nueva configuración de los espacios comunes ganados al tráfico y, sobre todo, lamentan la pérdida de plazas de aparcamiento y la nueva ubicación de los autobuses. Al mismo tiempo, la falta de zonas de carga y descarga incomoda a los comerciantes. No obstante, no todo son malas noticias para el Ayuntamiento. Los vecinos ya han comenzado a hacerse suya la supermanzana y ayer comenzaron a organizar actividades. Aun así, el Ayuntamiento ha reconocido deficiencias y se ha comprometido a realizar reajustes para satisfacer a todas las partes.

«Estudiaremos qué cuestiones hay que ajustar para que se generen menos inconvenientes a los ciudadanos», señaló la teniente de alcaldía de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz ayer en la supermanzana de Poblenou, tras supervisar el espacio y escuchar las protestas de los vecinos. El descontento entre los vecinos por la aplicación de la supermanzana puede ir un paso más allá de la queja: vecinos y comerciantes han pronosticado acciones por la vía legal si no cambia la situación.

Críticas

Menos comprensivos se han mostrado los grupos de la oposición municipal que han pedido directamente el desmantelamiento de la superisla. El portavoz del Grupo Municipal de CiU, Joaquim Forn, lamentó que el gobierno de Colau haya convertido el modelo de la supermanzana en «perverso» ya que, dijo, perjudicará a los vecinos y, sobre todo, los comercios comprendidos. Por ello, los convergentes en pedirán la retirada en la próxima Comisión de Ecología, Urbanismo y Movilidad. Quien también lo hará será el PP; el presidente del grupo municipal, Alberto Fernández, insistió en que la supermanzana se ha convertido en un «superenrlio» y un «megaproblema» que perjudica más que beneficia a los vecinos y comerciantes. En un comunicado, C’s también ha pedido el desmantelamiento. En este caso, sin embargo, la agrupación da un plazo de dos meses para probar si funciona porque «Barcelona no está para hacer experimentos si no tienen garantías de tener éxito».

«Hay que revisar las cargas y descargas, hay que replantearse el transporte público y el aparcamiento en la supermanzana», apuntó el presidente de la Asociación de Vecinos y Vecinas del Poblenou, Salvador Clarós. Pidió al Ayuntamiento, ante la atenta mirada de Janet Sanz, que tome buena nota de las propuestas y quejas de los vecinos porque según dijo, «es demasiado pronto para hacer un balance pero deberán corregir cosas.

Espacios ganados al tráfico

En cualquier caso, tras una semana en funcionamiento, la superisla comienza a cobrar vida. Las nueve manzanas que comprende posibilitan la utilización de cuatro cruces como una suerte de improvisadas plazas. Así, un grupo de 200 estudiantes de arquitectura han comenzado a evaluar los espacios liberados y a organizar las primeras propuestas. De este modo, las cuatro plazas simbolizan la defensa de cuatro derechos básicos de los ciudadanos.

Un espacio está dedicado al tiempo de ocio en el que se han colocado una cancha de baloncesto, una pista de futbito y otros populares juegos como el Twister. Otra zona dedicada a la comunicación en la que se ha dibujado en el suelo un hemiciclo a modo de Parlament para que los vecinos puedan discutir sus cuestiones. Una tercera zona para la cultura en la que se organizarán exposiciones. Y por último, un espacio dedicado al comercio en el que un mercado de productos frescos cobrará protagonismo.