Infraestructuras
Barcelona renovará la deficiente señalización urbana el próximo año
La Ciudad Condal es una urbe extensa con numerosos puntos de interés y que anualmente recibe la visita de muchas personas, por ello y por las reiteradas demandas tanto del Racc como de los conductores, el Ayuntamiento ha decidido poner en marcha un proyecto de renovación de la señalización urbana de orientación. Éste se licitó en verano y las previsiones son adjudicarlo en los próximos días para poder iniciar las acciones correspondientes a principios del año próximo con la idea de concluir los trabajos en diciembre de 2015.
El objetivo de esta iniciativa municipal es el de simplificar la señalización para, de esta manera, lograr mayor claridad. En agosto de 2011, el Racc ya publicó un informe que ponía en relieve las deficiencias del sistema de señalización de orientación de la Ciudad Condal, a raíz de las numerosas quejas recibidas por parte de los usuarios a su Servicio de Vía Directa (el 23 por ciento del total de denuncias). Este estudio hacía especial hincapié en la importancia de mejorar la señalización de la capital catalana en lo relativo a su continuidad, es decir que indiquen de forma clara y continuada el itinerario a seguir en aquellos puntos donde existan varias opciones y, en menor grado, a su comprensión. Por otra parte, en lo que respecta al mantenimiento y la visibilidad, la señalización urbana de orientación recibía una buena nota.
Claridad como máxima
El Ayuntamiento de Barcelona espera empezar el año con una remodelación, que supondrá una inversión estimada de 2,2 millones de euros, destinada principalmente a simplificar el sistema de señalización para evitar confusiones por exceso de información, según explican fuentes municipales. Así, la intención es mantener el modelo y el diseño de las señales, pero reducir su número para pasar de las 1.506 actuales a las 1.186.
Asimismo, y como ya reivindicó el Racc en su momento a través del informe, se potenciará la comprensión de los indicadores con la colocación de como máximo seis señales en un mismo soporte, puesto que poder leer un número mayor desde un vehículo en circulación es complicado y puede ser causa de accidente.
Con motivo de este replanteamiento de la señalización, se han revisado los destinos que son susceptibles de ser indicados y, finalmente, se ha optado por reducir su número a la mitad, concretamente a unos 160. También se ha llevado a cabo un análisis de los itinerarios señalizados para acceder a dichos destinos, de manera que se propondrá sólo uno y éste será el más sencillo de todos los posibles, así como el punto a partir del cual se empezará a informar sobre ellos.
Algunas de estas acciones ya han empezado a realizarse en aquellos lugares de la ciudad que han sufrido recientemente intervenciones viarias. También se han llevado a cabo actualizaciones puntuales de la señalización urbana de orientación en lugares concretos, pero, pese a ello, en Barcelona persisten indicadores caducos que hacen referencia a la nomenclatura antigua de las vías o puntos de interés.
Con la conformidad de todos
Desde el Racc, esta iniciativa se valora muy positivamente. Luis Puerto, responsable técnico de la Fundación Racc, felicita al Ayuntamiento de Barcelona por «aceptar las auditorías externas y ponerse manos a la obra». «Los principios en los que se basa el Plan Director son bastante acertados y van en la línea de lo que nosotros planteamos en el informe», señala Puerto. Y, destaca, que lo mas importante es «el tema de la continuidad, que el usuario pueda llegar al final de su trayecto y pueda encontrar parking».
El responsable técnico de la Fundación Racc anuncia, además, que cuando concluyan los trabajos de adecuación de la señalización de orientación en la capital catalana, la entidad «se hará una nueva auditoría para compararla con la de 2011 y revaluar».
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