Cataluña
Cada año 100 personas mueren por una infección hospitalaria en Cataluña
Salut lanza un protocolo para reducir las infecciones en los quirófanos. Una prueba piloto reduce los contagios un 25% en las operaciones colorrectales
Salut lanza un protocolo para reducir las infecciones en los quirófanos. Una prueba piloto reduce los contagios un 25% en las operaciones colorrectales.
Tienen nombres feos, Escherichia coli, Klebsiella pneumaniae, Acinetobacter o Candida, aunque de cándidos no tienen nada, más bien malas intenciones. Son microorganismos que viven en los hospitales y amenazan la salud de los pacientes. Algunos de estos microorganismos se han convertido en superbacterias cumpliendo con la profecía que Alexander Fleming, el hombre que descubrió la penicilina, hizo al recibir el Premio Nobel, en 1945. «Si un día, cualquier persona puede comprar penicilina se correrá el riesgo de que un hombre ignorante pueda aplicarse una dosis insuficiente del antibiótico y al exponer a los microbios a una cantidad no letal, los haga resistentes», dijo. Ese día ha llegado. Según la ONU, cada año mueren unas 700.000 personas por una infección de superbacterias. Pero si la medicina no avanza para evitarlo, en 2050, estos bichos microscópicos podrían llegar a matar a 10.000 millones de personas al año.
En los hospitales catalanes, mueren cada año 100 personas por una infección hospitalaria que no necesariamente es causada por una superbacteria. Estadísticamente, los fallecidos son sólo un 1 por ciento de las personas que ingresan en el hospital y cogen una infección. Según datos del programa VINCat, del Servei Català de la Salut, cada año, 10.000 personas que ingresan en un hospital catalán, cogen una infección. Esta cifra representa un 7 por ciento de los pacientes. Las infecciones pueden ir desde una infección de orina a una pneumonía, algo más complejo y que puede poner en peligro la vida del enfermo.
Aunque estas cifras son equiparables a las de los mejores sistemas sanitarios del mundo, el 70 por ciento de las infecciones se podrían evitar con buenas prácticas, pues muchas están relacionadas con el manejo de dispositivos invasivos que los pacientes necesitan para tratar sus enfermedades como las sondas, los catéteres vasculares, la ventilación mecánica o las prótesis.
Como donde hay más peligro de coger una infección es en el quirófano y concretamente en las intervenciones colorrectales, en 2016, el departamento de Salut puso en marcha una prueba piloto para prevenir infecciones quirúrgicas en operaciones de colón y recto. El resultado ha sido bastante satisfactorio: «En dos años, se han reducido un 25 por ciento las infecciones», contaba ayer Miquel Pujol, presidente de la comisión de infecciones del Hospital de Bellvitge. La metodología para reducir infecciones es sencilla, han seleccionado 5 medidas de las 200 recomendaciones de las guías clínicas, como una ducha preoperatoria, desinfectar la piel, tratar al paciente con antibiótico antes de la intervención con la dosis correcta, mantener la temperatura corporal a 36º durante la operación o educar a los pacientes. La consellería avanzó que se ampliará este protocolo en 2018 a intervenciones de traumatología o cardíacas.
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