Casas sopla las velas de Gothsland

La galería Gothsland, en el barcelonés Consell de Cent, lleva muchos años dedicándose a divulgar y promover el estudio de la obra de Ramon Casas.

La galería Gothsland, en el barcelonés Consell de Cent, lleva muchos años dedicándose a divulgar y promover el estudio de la obra de Ramon Casas. La exposición que acaba de inaugurar permite conocer buena parte de los temas que interesaron a uno de los grandes nombres del modernismo catalán.

Dibujos, óleos y carteles permiten seguir los pasos de Casas, además de recuperar nombres y momentos que forman parten de la biografía de este artista. Todo ello a partir de 35 trabajos, con piezas tan sorprendentes como un conjunto de 25 cerámicas de Ramon Casas o un Renault de 1902, un modelo muy parecido al que aparece en «La Chafeusse» y que decora la rotanda del Cercle del Liceu.

Gabriel Pinós, responsable de Gothsland, explicó, en declaraciones a este diario, que si se ha escogido a Casas para celebrar los 40 años de la galería, es porque «la primera exposición de esta sala fue sobre el modernismo. Posteriormente se ha dado espacio a muchos autores, pero Ramon Casas ha sido siempre nuestro principal exponente». Pero Pinós no se ha limitado únicamente a la exhibición de los trabajos de este maestro modernista sino que también ha estudiado las piezas presentadas, descubriendo en muchas ocasiones datos inéditos o que permanecían olvidados.

La muestra tiene entre sus principales obras un óleo de 1900 titulado «La modelo». Ella es Mademoiselle Clo-Clo, cuyo verdadero nombre era Clotilde Pignet, una de las más celebradas modelos en el París de la Belle Époque y que llegó a posar para Toulouse-Lautrec. Pignet fue también la compañera sentimental de Santiago Rusiñol en aquel tiempo.

Otra mujer que aparece en la obra de Casas es Júlia Peraire i Ricarte, modelo del artista desde 1905 y su esposa. La que fue la musa por excelencia del autor modernista la encontramos en un dibujo de 1911 titulado «Dama con boa» y que también forma parte de la exposición.

Una mención aparte la merece un autorretrato de 1910, una pieza que sirve para poder fijar la iconografía del pintor modernista, fumador de pipa y vestido con sombrero. Su poblada barba queda modelada con los trazos firmes de un Casas que interpela directamente al espectador con su mirada. Una pieza que nos habla mucho de cómo era el inseparable compañeros de Santiago Rusiñol o Pere Romeu en la Barcelona de los bohemios modernistas.

Otro de los hitos en Gothsland es ofrecer algunas interesantes muestras del Ramon Casas cartelista, como el primero de los cuatro que realizó para la revista «Pèl & Ploma».

«Casas es un artista que no solamente interesa aquí», asegura Garbiel Pinós quien ha llevado algunas obras del pintor a ferias internacionales. «Se pregunta por él y es un caballo ganador en cualquier certamen en el que se presente alguno de sus cuadros y dibujos. Su producción enamora a todo el mundo», apunta el galerista.

El interés por tan interesante figura del arte catalán se extenderá en los próximos días con la presentación del primer volumen del catálogo razonado de la obra de Ramon Casas. Es el primer volumen de una serie que estará estructurado a partir de los temas que interesaron al pintor.

Dónde: Gothsland. Consell de Cent, 331. Barcelona.

Cuándo: Hasta el 28 de febrero.