Elecciones generales
Cataluña: Junqueras dobla en votos a Puigdemont
ERC obtiene un resultado histórico y alcanza los 15 escaños, mientras que JxCat salva la debacle logrando siete parlamentarios. El PSC, segunda fuerza, obtiene 12.
ERC obtiene un resultado histórico y alcanza los 15 escaños, mientras que JxCat salva la debacle logrando siete parlamentarios. El PSC, segunda fuerza, obtiene 12.
Carles Puigdemont no era cabeza de cartel, pero se ha convertido en uno de los derrotados de las elecciones generales en Cataluña. A pesar de que el ex president y el espacio convergente, en plena fase de renovación bajo su dictado, consiguieron evitar una estrepitosa debacle, como auguraban la mayoría de encuestas, no lograron sortear una contundente derrota ante Oriol Junqueras y ERC, que cosechó una holgada victoria, doblando en votos y escaños a Puigdemont. Los comicios se convirtieron así en la primera parte de la pugna por el liderazgo del independentismo, aunque el ex president, fugado en Bélgica, tendrá la oportunidad de resarcirse en poco menos de un mes, el próximo 26 de mayo, en la doble cita con las urnas –municipales y europeas–.
Con una participación histórica en Cataluña, llegó al 77,35 por ciento –siete puntos por encima de 2015 y trece por encima de 2016–, la contienda electoral también se convirtió en un aval a la vía moderada y dialogada, en mayor o menor medida capitaneada por ERC, PSC y los «comunes» durante estos meses. Los republicanos, que lograron traducir finalmente las buenas perspectivas electorales en éxito en las urnas y penetraron con fuerza en el área metropolitana de Barcelona –ganaron en la capital catalana–, obtuvieron 15 escaños –el mejor resultado de un partido independentista en las elecciones al Congreso (CiU, en sus mejores momentos, alcanzaba los 16)– y cerca del 25%; los socialistas catalanes, empujados por Pedro Sánchez, recuperaron el músculo perdido durante estos años y se auparon como segunda fuerza logrando 12 escaños y un 23,2 por ciento de los sufragios; y, los «comunes» salvaron los muebles y consiguieron siete parlamentarios con casi un 15 por ciento. Tras el partido de Colau, se situó JxCat, que consiguió siete escaños y un 12 por ciento de los votos. Así, el separatismo alcanzó los 22 escaños, cinco más de los que tuvo la legislatura pasada (17).
Si bien estas elecciones han arrojado una aritmética parlamentaria que podría acabar arrinconando a la amplia representación que ha obtenido el independentismo en el Congreso. Si el PSOE virara su estrategia y optara por pactar con C's, sería suficiente –sumarían 180 escaños y la mayoría está fijada en 175– para dejar de depender de los separatistas, deseo que ha expresado Pedro Sánchez durante esta campaña. Precisamente, ERC y JxCat se han esforzado y han basado buena parte de su estrategia electoral apelando al «voto útil» para evitar ese escenario y poder volver a erigirse en fuerzas determinantes para la gobernabilidad del PSOE. En las valoraciones posteriores, el vicepresidente del Govern y hombre fuerte de ERC, Pere Aragonès, salió a pedir una «negociación y diálogo» a Sánchez para dar una salida a la crisis catalana que pase por votar en un referéndum. «Cataluña ha votado República, independencia y políticas de progreso», aseguró Aragonès. Sin embargo, lo cierto es que el separatismo, con un 39,3 por ciento de los votos, perdió en la batalla frente al constitucionalismo, que alcanzó un 43,5 por ciento de los votos.
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