Cataluña
Cataluña responde con solidaridad al llamamiento del Banc dels Aliments
El Gran Recapte cuenta ya con 25 mil voluntarios y una gran nave para el almacenamiento
El Gran Recapte cuenta ya con 25 mil voluntarios y una gran nave para el almacenamiento.
El pasado 19 de octubre, cuando los responsables del Banc dels Aliments de Cataluña comparecían en rueda de prensa para presentar la campaña del Gran Recapte d’Aliments de este año, el pesimiso reinaba entre los promotores de la iniciativa.
En ese momento, la campaña solo contaba con 3 mil de los 25 mil voluntarios que como mínimo son necesarios para llevar a cabo con garantías el Gran Recapte y en el aspecto logístico, había sido necesario trazar un nuevo plan de almacenamiento y clasificación de los alimentos recolectados, basado en la distribución del producto en pequeñas naves repartidas por el territorio, debido a la falta de una nave de grandes dimensiones y adecuada para tal propósito, la cual centralizara gran parte del trabajo, como la que el año pasado tenía el Gran Recapte a su disposición en el Parque Logístico de la Zona Franca, la cual contaba con 3.800 metros cuadrados de superficie.
Ayer, solo un mes después, los representantes del Banc dels Aliments volvían a comparecer ante los medios, pero en esta ocasión desbordantes de optimismo. Y es que la situación ha dado un giro radical en las últimas semanas.
A día de hoy ya se han inscrito algo más de 25 mil voluntarios para el Gran Recapte y la previsión es llegar hasta los 27 mil. De esta manera, «ya se ha logrado llegar al mínimo necesario, a completar la estructura básica de los equipos en los cerca de 2.700 puntos de recogida habilitados para este año- en 2016 fueron 2.692-, y solo queda llenar huecos, sobre todo en las grandes ciudades», indicaba ayer Sabine Hindersin, coordinadora de la campaña.
«Al principio el ritmo de inscripción de los voluntarios fue muy lento, quizá porque la gente estaba por otras cosas, pero desde que los medios de comunicación se hicieron eco de la necesidad de voluntarios de la campaña, la respuesta de le gente ha sido sorprendente», señalaba Sabine.
Una nave de última hora
En el plano logístico, la gran novedad es que el jueves se puso a disposición del Gran Recapte una nave de unos 2 mil metros cuadrados que acababa de quedar libre de forma improvisada en el ZAL, un equipamiento que supone una importante mejora en las condiciones en las que se podrá llevar a cabo el almacenamiento y clasificación de los productos recolectados, que en la última edición alcanzaron las 4.374 toneladas. «Ahora será necesario desmentelar el plan alterativo que tuvimos que trazar ante la falta de una gran nave», explicaba ayer Oriol Dolader, encargado de la logística de la campaña. «Por lo tanto, para esta edición contaremos con una gran nave en el ZAL, otra más pequeña en estas mismas instalaciones y tres más».
Y con estas novedades, la novena edición del Gran Recapte cuenta ya con las condiciones mínimas necesarias para celebrar con garantías los próximos días 1 y 2 de diciembre la campaña, gracias a la cual el Banc dels Aliments espera recolectar alimentos básicos de primera necesidad y de larga duración, principalmente leche, aceite y conservas - tanto de pescado como de verduras- para abastecer a sus 208.763 usuarios de toda Cataluña durante tres meses, tanto a través de las donaciones en los 2.700 puntos de recogida habilitados en mercados y supermercados, como a través de la web.
En este sentido, los responsables del Bancs dels Aliments recordaban ayer «las desigualdades sociales dejan una bolsa de pobreza severa que afecta en torno al 4,3% de la población y nosotros nos dirigimos solo al 2% de la población de Cataluña, el segmento más vulnerable».
Y a falta solo de una semana para el arranque definitivo del Gran Recapte, la iniciativa calienta motores con su campaña de comunicación, mediante la que se pretende apelar a la voluntad de la población porque solo mediante la solidaridad y el voluntariado popular se logrará recaudar los alimentos necesarios para que la iniciativa sea un éxito.
Esta campaña, que consta de un total de 15 espots de televisión, 15 gráficas de prensa y 4 falcas de radio distribuidas en dos fases, la de llamamiento a los voluntarios y la de llamamiento a las donaciones, quiere despertar la voluntad de los catalanes a través de la manera como 15 personas intentan definir que es aquello que les empuja a diario y motiva sus acciones solidarias y generosas. Se trata de algunas personas conocidas, del mundo de la música - el cantante Santi Balmes-, el arte -la pintora Paula Bonet- o la ciencia -el oncólogo Manel Esteller-, por ejemplo, pero también de personajes anónimos, como un zapatero o una niña que ahorra para poderse comprar un vestido.
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