CDC y ERC pactan una lista única con Mas de presidente

Convergència tendrá el 60% del peso en el proyecto y Esquerra, el otro 40%.

Las elecciones catalanas ni tan siquiera están convocadas –sólo anunciadas–, pero Convergència y Esquerra ya están de acuerdo en qué tipo de gobierno debería formarse después de los comicios plebiscitarios del 27 de septiembre. Los soberanistas, que hoy darán a conocer los detalles de su acuerdo para una lista unitaria independentista, dan por hecha su victoria el 27-S y se han apresurado a acordar un futuro gobierno de coalición que estaría presidido por Artur Mas. Suyo sería el timón para materializar los primeros pasos de la secesión.

Así lo dio a entender la presidenta de Òmnium Cultural, Muriel Casals, que ayer regresó al Palau de la Generalitat junto a representantes de las otras entidades soberanistas (ANC y AMI) involucradas en la hoja de ruta para la consecución de la independencia. Todas ellas dieron su visto bueno al pacto alcanzado la noche del pasado lunes por Artur Mas y Oriol Junqueras. Las ejecutivas de Convergència y Esquerra también precipitaron sendas reuniones para ratificar esta estrategia conjunta.

El acuerdo tiene dos grandes apartados. El primero establece que la candidatura soberanista avalada por CDC y ERC estará encabezada por una personalidad ajena a los partidos –probablemente procedente de una de los brazos civiles del independentismo– y que tanto Mas como Junqueras estarán integrados en la lista. Este punto incluye también las cuotas para repartirse los puestos de salida en la lista: CDC se haría con el 60 por ciento de los diputados y ERC, con el 40 por ciento restante. La misma proporción se mantendría a la hora de repartir las consellerias.

El segundo apartado, del que no se conocen los detalles, fija los pasos para materializar la independencia de Cataluña y es en el que ERC ha tratado de gesticular más para apuntarse algo parecido a una victoria.

En realidad, el pacto supone un claro triunfo en términos estratégicos de Mas sobre Junqueras. El líder de ERC había abominado de la lista unitaria, pero la presión de las entidades soberanistas ha acabado torciendo el brazo de Junqueras. Ayer por la noche, el presidente de Esquerra tuvo que poner lo mejor de sí mismo para vencer las resistencias de su partido –que en un principio se oponía a una lista conjunta con CDC– y convencer a los suyos de que el acuerdo es la mejor opción pensando en la independencia de Cataluña.

Òmnium no podía ocultar su satisfacción. «Nosotros lo que mejor sabemos hacer son campañas unitarias, que no son de partido político, sino de acercarse a la población que está convencida de que la independencia es lo mejor que nos puede pasar», dijo Muriel Casals.

Anomalías democráticas

PP, PSC, Unió, Ciudadanos e ICV por su parte, expresaron su perplejidad por la manera con que se ha fraguado el acuerdo entre CDC y ERC. Los portavoces parlamentarios del PP catalán e ICV-EUiA, Enric Millo y Dolors Camats, coincidieron en considerar «anómalo» y «extraño» que el Palau de la Generalitat haya sido el lugar escogido para pactar coaliciones electorales de partidos, pervirtiendo así la neutralidad política de las instituciones. «Que desde el Palau se preparen candidaturas es una situación anómala, muy extraña, que no pasa en ningún país democrático, porque la sede del gobierno de todos no es lugar para pactar con oscuridad las candidaturas electorales», afirmó Enric Millo.

El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, también constató la «evidencia» de una «anomalía democrática», en este caso porque el presidente y el jefe de la oposición tienen «el mismo proyecto». «Se pondrá de manifiesto la disfunción de estos cuatros años: el presidente y el jefe de la oposición se presentarán juntos en esta lista. Esto es la evidencia de que hemos vivido en una anomalía democrática, donde presidente y cabeza de la oposición tienen el mismo proyecto», afirmó Iceta.

Finalmente, la portavoz de Ciudadanos y su candidata a la Generalitat, Inés Arrimadas, consideró que «las listas unitarias recuerdan épocas pasadas de la historia que poco tienen que ver con la democracia». «Nosotros no tenemos la necesidad de escondernos detrás de entidades de la sociedad civil, tenemos un proyecto claro y limpio, y hablamos de muchas cosas y no sólo de independencia», afirmó la dirigente de Ciudadanos, que lamentó que sólo quiere hablarse de secesión.