Colau abre el debate de limitar el precio de los alquileres sin tener competencias

El libre mercado y la mano invisible de Adam Smith han sido durante mucho tiempo axiomas económicos que ni siquiera la izquierda, mejor dicho, la socialdemocracia europea se ha atrevido a cuestionar. Ese cuestionamiento quedaba relegado a partidos satélite como, en el caso español, IU. Hasta la llegada de la «nueva política». Estas formaciones, si bien de cara a la galería no rechazan la libertad de mercado, sí que presentan objeciones. Para ello, rescatan ideas de la izquierda clásica como la potestad de las administraciones a intervenir sobre el propio mercado. Sin ir más lejos, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, advirtió ayer de que se está gestando una nueva burbuja inmobiliaria en la ciudad y, para combatirla, instó al Estado y a la Generalitat a limitar los precios máximos del alquiler privado de vivienda, tal y como sucede en Alemania, para evitar que los precios suban en lugares con una gran demanda residencial.

Un estudio elaborado por el Ayuntamiento evidencia una nueva tendencia ascendente de los precios del alquiler de viviendas en la ciudad, con un incremento de más del 6,6 por ciento entre 2014 y 2015. La alcaldesa señaló que esta subida de los alquileres «no va acompañada de una mejora del nivel de renta», sino que es «una nueva burbuja inmobiliaria resultado de que no se ha modificado la legislación de vivienda» lo que está «permitiendo un nuevo ciclo de especulación». Por ello, Colau pidió al Gobierno modificaciones en la legislación sobre Arrendamientos Urbanos, y a la Generalitat, participar activamente si se lleva a cabo la elaboración de una nueva ley al respecto.

La alcaldesa puso como ejemplo políticas de vivienda como las que se llevan a cabo en Alemania, donde se han limitado los precios de alquiler en ciudades como Berlín. Añadió que el Ayuntamiento, aunque no tenga competencias en viviendas, hará todo lo que sea para evitar la especulación y destacó la decisión de congelar las licencias de apartamentos turísticos ya que la expectativa de negocio con estas viviendas, apuntó, supone que aumenten los precios del alquiler.

Aumentan los alquileres

El informe constata que de entre las diez ciudades más grandes de España, Barcelona es la ciudad con los precios de alquiler más altos, y donde han aumentado más en el último año. Aunque esté por debajo de la media de las ciudades europeas, Barcelona es la ciudad de España con una mayor proporción de viviendas de alquiler, con un el 30,1 por ciento, mayoritariamente de alquiler en el mercado libre, ya que sólo el 1,5 por ciento es alquiler social. Por este motivo, las oscilaciones de precios del alquiler tienen un impacto mucho mayor en la ciudad de Barcelona que en el resto de las ciudades de España.

El estudio también analiza la situación de los precios de los alquileres por distritos, que a pesar de presentar amplias diferencias entre unos y otros, no se corresponden con el nivel de renta disponible en la zona. La media del precio de alquiler contractual en Sarrià - Sant Gervasi se ha situado en el tercer trimestre de 2015 en casi 1.050 euros al mes, que es exactamente el doble de precio que el alquiler medio de Nou Barris, que es el distrito con el precio medio más bajo. Sin embargo, el estudio indica que los barceloneses que realizan más esfuerzo económico para pagar el alquiler de una vivienda son los que viven en los barrios con las rentas más bajas.

Ampliación del parque público

El Ayuntamiento anunció ayer una ampliación en 255 pisos del parque de vivienda pública, que se sumarán a los del acuerdo entre la Sareb y el Consistorio anunciado en diciembre, mediante el cual el «banco malo» se comprometía a ceder 200 viviendas. De estos nuevos 255 pisos, 50 serán cedidos por CaixaBank y 125 se comprarán por debajo del precio de mercado. El concejal de Vivienda, Josep Maria Montaner, explicó que la cesión de los 50 pisos de CaixaBank se hará en condiciones más favorables que la de los 200 de la Sareb, ya que será la misma entidad financiera quien se hará cargo de la reforma de las viviendas. Además de los 125 pisos que el Ayuntamiento adquirirá a precios entre 50.000 y 70.000 euros, el Consistorio ejerce el derecho a tanteo en 28 casos. A estos se suman 46 más que están en un estado avanzado de evaluación. Cerca de la mitad de los pisos, el 43por ciento, se encuentran en Nou Barris. El resto se reparten por el resto de distritos excepto Sarrià - Sant Gervasi, con un protagonismo especial en San Andrés (15 por ciento), San Martín (14 por ciento) y Horta-Guinardó (12 por ciento). En el caso de los pisos -cedidos o adquiridos- que estén ocupados de forma irregular, el Ayuntamiento seguirá un plan de regularización basado en criterios de vulnerabilidad social y el tiempo que haga que se está viviendo. En los casos de empleo de colectivos con finalidad lucrativa se recurrirá a los cuerpos de seguridad.