El desafío independentista
Colau exige a Puigdemont un paso al lado para facilitar un Govern
Alerta de que Barcelona necesita una Generalitat activa para gestionar la ciudad
Alerta de que Barcelona necesita una Generalitat activa para gestionar la ciudad.
El Ayuntamiento de Barcelona necesita a su aliado del otro lado de la plaza Sant Jaume, el gobierno de la Generalitat, para gestionar problemas que afectan a la ciudad de Barcelona, como el de los «narcopisos» del barrio del Raval. Históricamente, el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat han mantenido un pulso político, Jordi Pujol tenía celos del contrapoder que ejercía Pasqual Maragall desde la capital catalana y en su día, en 1987, desmanteló la Corporación Metropolitana de Barcelona. Maragall entendía este organismo como un instrumento para gestionar las necesidades de una gran ciudad que concentraba el 55 por ciento de la población –un 75 % si se tenían en cuenta los municipios del área metropolitana–. Pero Pujol lo veía como una amenaza para su idea de Cataluña. Eran dos políticos con dos visiones de país distintas. Salvando las distancias, Barcelona y su área metropolitana eran algo parecido a Tabarnia y la Cataluña de Pujol, las comarcas más rurales.
Tuvieron que pasar 30 años para que unas elecciones colocaran a los socialistas a un lado y otro de la plaza Sant Jaume y restaurasen la antigua herramienta de gestión metropolitana. Pese a que la política se empeña en enfrentar al Ayuntamiento de Barcelona con el gobierno catalán, ambos ejecutivos gestionan juntos un puñado de áreas y cuando van de la mano, los ciudadanos salen ganando.
Colau admitió ayer que necesita ya una Generalitat a pleno rendimiento para abordar diversos asuntos que afectan a Barcelona. Uno de estos asuntos son los «narcopisos» del Raval que tiene a los vecinos en pie de guerra. Según número del Ayuntamiento de Barcelona, el Raval tiene unos cerca de 70 pisos vacíos en peligro de ser ocupados por narcotraficantes. El equipo de gobierno de Colau intenta buscar a los propietarios para covencerles de que los pogan en el mercado inmibiliario. Pero mientras siguen vacíos, los vecinos han montado un grupo de whatsapp y se han organizado para evitar que los camellos entren en alguno de ellos. Para plantar cara a los camellos, la alcaldesa de Barcelona necesita a la Generalitat, porque el narcotráfico es de su competencia. «Esperemos que pronto haya gobierno para poder trabajar «codo con codo», deseó en voz alta. Las órdenes para entrar y registrar los pisos las emiten los jueces y requiere un proceso lento. Colau entiende que ayudaría una herramienta para evitar que las entidades financieras no tuvieran tantos pisos vacíos en la zona. A pie de calle los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana arriman el hombro. Colau espera hacer lo mismo desde los despachos.
Y para ello, reclamó empatía y humildad a Carles Puigdemont, que desde que ERC y la CUP lo traicionaron el 26 de octubre, la víspera de la DUI, se ha propuesto ser el más independentista de los independentista para que nadie vuelva a insinuar que es un «traidor», como hicieron Marta Rovira o Anna Gabriel cuando planteó postergar la DUI y avanzar elecciones. Colau pidió a Puigdemont que dé un paso a un lado, más después de que los letrados del Parlament hayan confirmado que no puede ser investido a distancia, entre otras razones porque debe poder debatir oralmente y de forma directa con todos los grupos, pues en este debate, entienden que es indispensable «ver, sentir y entender en persona». Pero Puigdemont quiere que se refleje que hay una contradicción entre lo que dice la justicia y la voluntad que los ciudadanos han reflejado a través de las urnas..
Caso «Palau»
Además del dictamen de los letrados del Parlament, la sentencia del caso Palau también dio argumentos a la alcaldesa para pedir a Puigdemont que alargue el debate de investidura más de lo necesario. Cuanto más se alargue este debate, más tiempo gobernará Mariano Rajoy en Cataluña a través del 155. En noviembre, Colau tuvo que instar al Gobierno a desbloquear urgentemente los pagos de subvenciones de la Generalitat a entidades sociales.
Al margen del debate político actual, Colau pidió a Puigdemont y a dirigentes de la cúpula de la antigua Convergpencia Democràtica de Catalunya (CDC) como Josep Rull y Jordi Turull a asimir responsabilidades por el expolio del Palau de la Música.
Vila flirtea con ser alcaldable
El ex conseller de Empresa y Conocimiento inició ayer una nueva etapa fuera de la política al incorporarse al sector privado, como trabajador de una empresa de servicios. Pese a dar este paso, Vila no se despide de la política. Deja una puerta abierta a presentarse como candidato de su partido, el PDECAT, a la alcaldía de Barcelona, donde Xavier Trias ya ha dicho que no repetirá.Y el nombre que había sonado para sucederle, Joaquim Forn está en prisión.
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