Barcelona

Colau prohíbe la apertura de bares y tiendas en Sant Antoni

El ayuntamiento decreta una suspensión temporal de nuevas licencias para los comercios dedicados al turismo en el entorno del nuevo mercado, que abrirá a finales de año

Tras ocho años de obras, el nuevo Mercat de Sant Antoni abrirá sus puertas a finales de año
Tras ocho años de obras, el nuevo Mercat de Sant Antoni abrirá sus puertas a finales de añolarazon

Tras ocho años de remodelación, el Mercat de Sant Antoni está a punto de levantar el telón. La restauración de este edificio modernista, comportará una gran afluencia turística lo que supone una amenaza para la vida tradicional de un barrio que se ha puesto de moda.

Tras ocho años de remodelación, el Mercat de Sant Antoni está a punto de levantar el telón. La restauración de este edificio modernista, obra de Antoni Rovira i Trias y convertido en icono de Barcelona, comportará una gran afluencia turística –se prevén al menos 10.000 visitantes semanales– lo que supone una amenaza para la vida tradicional de un barrio que se ha puesto de moda. Los gastrobares y los locales modernos están echando paulatinamente al comercio tradicional y como consecuencia a los vecinos de siempre. Sant Antoni se ha convertido en una zona apertitosa para los inversores y los alquileres no paran de subir.

Para evitar la gentrificación que ya sufren otras partes de Barcelona como Ciutat Vella por el fenómeno turístico, el ejecutivo de Ada Colau ha decidido frenar la apertura de nuevos negocios relacionados con este sector en el entorno del Mercat de Sant Antoni, delimitado por las calles Sepúlveda, Casanova, Calabria, Marquès de Campo Sagrado, ronda de Sant Antoni, ronda de Sant Pau y avenida del Paral.lel.

La suspensión de licencias durará un año y afectará no sólo a bares y restaurantes, sino también a los establecimientos dedicados al espectáculo, actividades musicales, locales de juego, heladerías, horchaterías, así como a los «takes away». Y, por supuesto, a las tiendas de souvenirs y demás productos destinados a turistas.

El ayuntamiento informó ayer a través de un comunicado que pretende aprovechar esta moratoria para elaborar un nuevo plan de usos para el entorno del Mercat, que tenga en cuenta la transformación que está sufriendo el barrio. El objetivo de esta suspensión es «garantizar el descanso de los vecinos y evitar la proliferación descontrolada de actividades relacionadas con el turismo».

«Lo que pretendemos es garantizar que todo el comercio de proximidad tenga las mismas oportunidades en el momento que se abra el Mercat», declaró la concejal del distrito, Montserrat Ballarín. Con el futuro plan de usos «se preservará uno de los barrios más emblemáticos de la ciudad», apostilló. La oposición, por su parte, criticó la iniciativa. ERC porque «llega demasiado tarde» y C’s porque «perjudicará la economía del barrio».