La Reina Regente pierde su salón

Colau continúa con la depuración de los símbolos monárquicos y cambia el nombre del salón de plenos con el aval del PSC. Rebautiza la estancia como Carles Pi y Sunyer.

El ejecutivo de Ada Colau se ha propuesto eliminar de Barcelona los rastros de la historia que no concuerdan con su particular modelo de ciudad. En su cruzada antimonárquica y pro republicana, la alcaldesa empezó quitando el busto del rey Juan Carlos I del salón de plenos y continuó con la revisión del noménclator de la ciudad para cambiar los que hacían referencia a la corona.

En esta depuración de símbolos, la última afectada ha sido la Reina Regente María Cristina, madre de Alfonso XII. A partir de ahora el salón de plenos del Ayuntamiento dejará de llevar su nombre para recibir el de Carles Pi y Sunyer, alcalde de Barcelona durante la II República y presidente de ERC.

«Es un homenaje a los valores republicanos, a la gente sencilla de aquella época que hizo de la Barcelona republicana una referencia en el mundo», dijo el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, para comenzar el debate. El PSC, CiU, ERC y la CUP aprobaron la medida y coincidieron en «devolver al lugar que le corresponde a Pi y Sunyer» por «su catalanidad, su compromiso con el cambio social y sus profundos valores democráticos».

PP y Ciutadan fueron los únicos partidos que votaron en contra. La líder de C’S, Carina Mejías, criticó a Colau querer tapar su falta de gestión con estas polémicas y le acusó de «imponer su ideología y borrar episodios de la historia de la ciudad». Por su parte, el líder popular Alberto Fernández, espetó a la alcaldesa que con estas medidas «no va a conseguir silenciar el compromiso de la corona con Barcelona» y que si se trataba de cambiar el nombre del salón de plenos por el un alcalde democrático «había muchas opciones». El popular afeó al PSC su actitud y le acusó de convertirse «en el vasallo del reino despótico de Colau».

Contratación dudosa

A la hora de aprobar el presupuesto general de 2015, la oposición ha exigido al gobierno municipal más transparencia en las contrataciones del organigrama técnico del consistorio. CiU, ERC, PP y C’S han forzado la creación de «un grupo de trabajo» con el fin de esclarecer los procesos de selección de los directivos, pues sospechan que se otorgan a personas afines ideológicamente y a militantes del partido del gobierno. Desde C’s criticaron, además, adjudicaciones de contratatos sin justificar a varias empresas como Barcelona Regional o el Instituto Municipal de Informática y otros siete contratos menores a empresas amigas. Desde el PP, el concejal Javier Mulleras espetó a Colau que, como ocurría en la anterior legislatura de Trias, «se sigue abusando de las contratación directa» y criticó la subvenciones ideológicas, el pago del alquiler a los okupas de gràcia y la estancia de políticos afines como Varoufakis.