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Con tinta en las venas para un revolución

Libros de Asteroide publica las crónicas de Chaves Nogales, Díaz Fernández y Pla en la Asturias de 1934

Uno de los carteles de la revolución de Asturias.
Uno de los carteles de la revolución de Asturias.larazon

Libros de Asteroide publica las crónicas de Chaves Nogales, Díaz Fernández y Pla en la Asturias de 1934

El de 1934 fue uno de los años más complicados en la breve vida de la Segunda República antes de que todo saltara fatalmente por los aires con el golpe de Estados de Franco. En el mes de octubre de esa fecha, la de 1934, en España se vivieron dos momentos complicados: por un lado, el día 6, el presidente de la Generalitat Lluís Companys proclamó el Estado Catalán mientras que un día antes, en Asturias, los mineros iniciaban una revolución que pasaría a tener cotas míticas al tomar el control de ayuntamientos e, incluso, cuarteles de la Guardia Civil. El gobierno republicano, en ese momento en manos de la coalición derechista de la CEDA, decidió responder con una salvaje represión que costó la vida a 1.500 personas, además de dejar 2.000 heridos y 30.000 detenidos.

Todo ese tiempo convulso en la minería asturiana fue contada por los nombres que forjaron el periodismo republicano. De entre aquellos cronistas, Libros del Asteroide se ha fijado en una serie de maestros, algo que da como resultado un libro espléndido que debería ser lectura obligatoria en las Facultades de Periodismo. Y no, no es una «boutade» por parte de quien esto escribe sino es una constatación cuando en una misma obra se unen José Díaz Fernández, Josep Pla y Manuel Chaves Nogales. Hablamos de «Tres periodistas en la revolución de Asturias», una propuesta que cuenta con un prólogo de lectura obligatoria firmado por Jordi Amat, uno de esos sabios que tenemos en Cataluña y que siempre tienen algún dato sorprendente o/e inédito que aportar a quienes lo seguimos con extrema fidelidad.

Manuel Chaves Nogales era el responsable del «Ahora», un periódico que dio gran importancia a la palabra, pero también a la imagen gracias a sus magníficos reportajes gráficos. El periodista, ya convertido en una de las mejores firmas de la Prensa del momento, sabía que tenía que ir a Asturias para informar a sus lectores. de allí surgieron una serie de crónicas magistrales que se apoyaron en unas geniales fotografía que, por desgracia, no se incluyen en esta edición. A Chaves Nogales le sorprende la brutalidad de la revolución y logran impactar al lector cuando expone que «la rebelión ha tenido esta vez caracteres de ferocidad que no ha habido nunca en España. (...) Todo cuanto se diga de la bestialidad de algunos episodios es poco. Dentro de cien años, cuando sean conocidos a fondo, se seguirñan recordando con horror. La revolución de los mineros de Asturias, fracasada, no tiene nada que envidiar, en punto a crueldad, a la revolución bolchevique triunfante».

Un reportero treinteañero llamado Josep Pla, en su caso como corresponsal de «La Veu de Catalunya» no vacila en viajar hasta el lugar de los hechos, para informar a pie de escombro, mientras todavía resuenan las explosiones provocada por la dinamita minera. Pla, que en ese tiempo ya se mueve entre su amor por la literatura y por el periodismo, sabe describir a los protagonistas de la revolución asturiana. También describe con precisión cuanto se encuentra a su paso, los vestigios de una tragedia: «Entramos en Oviedo, y en la primera calle encontramos un suelo centelleante de partículas de vidrio. Se tome la calle que se quiera, inmediatamente aparecen casas reventadas, tejados derrumbados, montañas de material humeante derribado, hierros retorcidos. La ciudad desprende un olor insoportable a causa del hundimiento de las cloacas. La gente del país no sabe aún lo que pasa».

Para muchos lectores de «Tres periodistas en la revolución de Asturias», este libro probablemente les sirva para conocer a un escritor y político desaparecido prematuramente. Se llamaba José Díaz Fernández y fue un autor que no pudo reprimir el compromiso político y social durante la Segunda República, hasta el punto de ser diputado por el partido de Manuel Azaña, es decir, por Izquierda Republicana.

El autor, pese a nacer en Salamanca, pasó parte de su infancia y juventud en Asturias, por lo que conocía como nadie los decorados de los hechos de 1934. Eso es lo que encontramos en «Octubre rojo en Asturias», el último libro que publicó en vida y que forma parte de este volumen . Él mismo advierte que «a la revolución de Asturias hay que juzgarla generosamente, con arreglo a un criterio histórico, sin ocultar sus errores ni añadirle crueldad».

«Tres periodistas...»

VV.AA.

236 págs.

17,95 euros