Bruselas

Convergència y ERC esquivan el fuego cruzado durante las europeas

Junqueras y Mas se saludan en un pleno en el Parlament
Junqueras y Mas se saludan en un pleno en el Parlamentlarazon

Los convergentes se arriesgan a sufrir su primera derrota ante los republicanos.

El viaje hacia la independencia ha puesto patas arriba la política catalana, rehén de un debate cuyo final no se ha avista. Muchas cosas han cambiado desde que Artur Mas puso rumbo al Estado catalán hace un año y medio. La tradicional disputa entre izquierda y derecha se ha difuminado, la actividad legislativa ha disminuido e incluso las campañas electorales prometen dejar de ser lo que fueron. No hay que remontarse muy atrás para ver el fuego cruzado entre Convergència y ERC, dos formaciones que desde hace años se disputan una importante bolsa de votos. En cambio, ahora los socios de legislatura disputan una batalla sorda, sin reproches ni golpes bajos.

La instrucción está clara en Convergència: no hay que zancadillear a ERC aún a riesgo de que los republicanos venzan por primera vez a CiU en unas elecciones, las europeas del 25 de mayo. Una eventual victoria de los republicanos se presentará por parte de los convergentes como un triunfo del soberanismo y de los defensores de la consulta. Los hombres de Mas intentaron por todos los medios sellar una alianza electoral con ERC de cara a las europeas pero los republicanos, con el viento a favor en las encuestas, rechazaron la oferta. De haberse consumado, es muy posible que Unió y Convergència hubieran roto su histórica sociedad. Pero no fue así.

Hoy Convergència no halla defectos en su socio parlamentario. No importa que ERC evite apoyar los presupuestos (no lo hizo el año pasado), ni que se oponga al proyecto Barcelona World, presentado por la Generalitat como la mayor inversión de los últimos años en Cataluña. Apenas una apelación a la responsabilidad de Esquerra, eso es todo.

El eurocandidato de Esquerra, el filósofo Josep Maria Terricabras, anunció al poco de ser designado cabeza de cartel que impulsaría en Bruselas una votación en el Parlamento en busca de apoyos para la consulta soberanista en Cataluña. Convergència no puso peros y Unió se mordió la lengua. La realidad es que Unió piensa que la iniciativa es un disparate porque no va a reunir los respaldos necesarios y, por tanto, el proyecto de consulta va a sufrir otra derrota.

Ataques al Gobierno

La idea de la campaña está clara. Los soberanistas descargarán su munición contra el Gobierno porque «impide que las urnas hablen» y convertirán la consulta en el eje de todos sus discursos. Así lo hizo recientemente el eurodiputado de CiU y candidato a la reelección, Ramon Tremosa, asegurando que las instituciones europeas acabarán interviniendo en el problema entre Cataluña y el Estado por la consulta soberanista, ya que existe «preocupación» a nivel internacional por esta situación. De esta manera, los soberanistas intentan alentar también la participación.

«Preocupa mucho como España aún no ha reaccionado ante la crisis catalana. Pienso que Europa acabará interviniendo, no sé cuándo ni de qué manera, pero acabará intervenido en el conflicto político entre Cataluña y el Estado español», auguró Tremosa en una entrevista con Efe.

Como ejemplo, el eurodiputado recordó que «Europa ya hizo cambiar la Constitución» cuando Jean-Claude Trichet, siendo presidente del Banco Central Europeo, logró «en 30 minutos» que los dos grandes partidos españoles, PSOE y PP, se pusieran de acuerdo en 2011 para modificar la Carta Magna por la deuda pública.