Barcelona
Crónicas del gran fabulador
Quien cree que la realidad puede capturarse a través de palabras también ha de creer en los gnomos mágicos que arreglan los problemas de la gente por la noche y de las brujas que vuelan con escobas y roban niñas bonitas cuando se portan mal. Porque escribir significa siempre fabular y los grandes fabuladores son los que hacen imposible descifrar qué hay de verdad y que no en ello. La «Crónica» de Ramon Muntaner puede que evocara la época en la que la Corona de Aragón era una potencia mediterránea, pero hay más mito, exageración, dramatismo y retórica que en «El señor de los anillos».
Ésta es la tesis detrás de la exposición «El temps dels almogàvers. La crònica de Ramon Muntaner», que este verano acoge el Museo de Historia de Cataluña. Dentro de las celebraciones del 750 aniversario del nacimiento del cronista medieval, la muestra pone de contexto al personaje, habla de su fascinación por la monarquía, su capacidad de seducción, su relación con Roger de Flor, al que le llevaba las cuentas, y cómo acabó por ser, por las circunstancias, en el jefe de los ingobernables almogàvers, que llenaron de terror las orillas mediterráneas con una fiereza y crueldad que Muntaner se encargó de exagerar todavía más. «Queríamos destacar la “Crónica” como una gran pieza de literatura, más que como una fiel representación de la crónica de las hazañas reales deJaume I a Alfons III», comenta Stefano Cingolani, comisario de la exposición.
La muestra incluye un manuscrito incompleto de la obra fechado en 1343, así como retratos reales de Jaume I, Pere II el Gran y Alfons II el Benigne. Además, se pueden ver el cojín mortuorio de Pere el Gran, representaciones de caballeros de la época en tapiz, placas de escudos reales, modelos de embarcaiones reales de la época, así como audios de lectura de la «Crónica». El resultado es una excelente inmersión en la obra y su contexto para comprender mejor a un personaje que sabía venderse ante reyes, mercenarios o ejércitos mejor que nadie y convencerles de las locuras más grandes jamás narradas por un hombre.
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