Barcelona

De Gispert sitúa la consulta más allá de 2014 y pone en un aprieto a CDC

Convergència descarta retrasar la cita para evitar una confrontación con Esquerra

De Gispert recibe a Junqueras como presidente del grupo de ERC tras constituirse el Parlament
De Gispert recibe a Junqueras como presidente del grupo de ERC tras constituirse el Parlamentlarazon

«El aleteo de una mariposa puede desatar una tormenta en Honk Kong». Es la versión moderna del proverbio chino que intenta explicar la teoría del caos y que tanto miedo le da a Oriol Junqueras aplicada a la consulta soberanista. Los escoceses celebrarán su referéndum el 18 de septiembre del año que viene, pero por ahora pintan bastos para los partidarios de la independencia del Reino Unido. Los sondeos de opinión dan un apoyo aproximado del 30 por ciento a la independencia entre los escoceses, frente al 50 por ciento que prefieren quedarse como están. Junqueras teme que el «no» a la independencia de Escocia influya en el electorado catalán, por eso presiona para que la consulta se celebre cuanto antes.

En el pacto de legislatura, CiU y ERC acordaron, tras una negociación tensa e intensa, poner una fecha aproximada a la consulta, algo a lo que Artur Mas se resistía. Fijaron tener todos los instrumentos listos a finales de este año, para poder celebrar la consulta a lo largo de 2014. Pero para alivio de Mas y de sus socios de Unió incluyeron una cláusula que decía que se convocará la consulta de acuerdo con el marco legal a lo largo de 2014 a excepción de que «el contexto socieconómico y político requieran una prórroga, en este caso, la fecha sería pactada por ambas partes». A esta cláusula se agarró ayer la presidenta del Parlament, Núria de Gispert, que tras los últimos gesto de Mas de suavizar el tono independentista para dar aire a su gobierno, ahora no descarta que se posponga la consulta si persiste la actual situación de crisis económica que tiene a la Generalitat atada de pies y manos.

En una entrevista en la radio pública catalana, De Gispert admitió que es partidaria de cumplir con el acuerdo de gobernabilidad y estabilidad de Cataluña y celebrar la consulta «a finales de 2014» o, incluso, posponerla «si al final sigue la crisis». La propuesta de la dirigente de Unió está en las antípodas de la de Junqueras y pone en un aprieto a CDC, obligada a hacer equilibrios entre sus socios de federación, los democristianos de Josep Antoni Dura Lleida, y los republicanos, con quienes tienen un acuerdo para dar estabilidad al gobierno de Mas.

Por eso, después de que hablara De Gispert, no tardó en hacerlo CDC. Josep Rull, que tras el paso atrás de Oriol Pujol, asume el cargo de secretario general de Convergència junto a Lluís Maria Corominas, matizó que «tenemos un compromiso con la consulta de dar la voz al pubelo» y que, hoy por hoy, no ve «ninguna» circunstancia excepcional para retrasar el referéndum sobre la independencia de Cataluña.

Rull insistió en la teoría de que el derecho a decidir y la salida de la crisis van de la mano. Defendió que la consulta es un instrumento que «nos permitirá trabajar mejor contra la crisis», por eso, insistió en que Convergència está trabajando para lograr una mayoría social a favor del estado propio catalán.