Política

James Dean

«Debemos evitar que la epidemia de cáncer de pulmón en hombres se reproduzca en mujeres»

Hoy, Día del Cáncer de Pulmón, la doctora Margarita Majem, da visibilidad al tumor más mortal del mundo

La oncóloga Margaria Magem, en el Hospital Sant Pau
La oncóloga Margaria Magem, en el Hospital Sant Paularazon

Fumar ya sólo resulta atractivo en las películas de Humphrey Bogart, James Dean o Ava Gardner. Cuando las cajetillas de tabaco no alertaban aún de que «fumar perjudica seriamente la salud» y había doctores que prendían cigarrillos mientras pasaban consulta.

Fumar ya sólo resulta atractivo en las películas de Humphrey Bogart, James Dean o Ava Gardner. Cuando las cajetillas de tabaco no alertaban aún de que «fumar perjudica seriamente la salud» y había doctores que prendían cigarrillos mientras pasaban consulta. Eran otros tiempos. Ahora, se sabe que fumar mata y aunque el consumo de tabaco se ha reducido al 24% de la población catalana, el mínimo histórico, 1,5 millones de personas sigue fumando, el 29,7% de los hombres y el 18,5% de las mujeres. No obstante, un informe publicado ayer por la AECC-Cataluña, alerta de un cambio de hábitos entre los universitarios: habitualmente fuma el 20,1% de las chicas y el 18,5% de los chicos, y ocasionalmente, el 24,9% de ellas y el 19,7% de ellos.

El tabaquismo causa 10.000 muertes anuales en Cataluña. Y pese a que ni todos los fumadores desarrollan un cáncer de pulmón ni todos los tumores de pulmón son por culpa del tabaco, hoy, 17 de noviembre, Día del Cáncer de Pulmón, la doctora Margarita Majem, especialista en Oncología Médica –tumores torácicos, cutáneos y melanoma– del Hospital de Sant Pau, constata que mejor no fumar para no desarrollar un cáncer de pulmón.

Pese a ser el tumor más mortal y el segundo en incidencia es el sexto en recibir financiación pública para su investigación. Es un tumor con poca visibilidad. La doctora Majem lamenta que «poca gente sabe que el mes de noviembre es el mes del cáncer del pulmón, que su símbolo es un lazo azul o que el 17 de noviembre es su día».

En la última década, el diagnóstico de este tumor ha aumentado un 17%. Sobre todo ha crecido el caso en mujeres. «Es la principal causa de muerte en Europa entre mujeres, aunque el cáncer de mama tenga más incidencia», advierte Majem. Avisa de que «lo que sucede con el tabaco en tiempo presente, se reproduce 20 años más tarde con el tabaco». Y lo que se está viendo es que «baja el número de fumadores y de cáncer de pulmón en hombres y aumentan las fumadoras y el cáncer de pulmón en mujeres» «Hay que evitar que la epidemia de cáncer de pulmón en hombres se reproduzca en mujeres», sugiere.

No todos los tumores de pulmón son consecuencia del tabaco. «El cáncer de pulmón se divide en dos grandes grupos: los tumores de células pequeñas o cáncer de pulmón microcítico que representan el 15-20% de los casos y se propaga rápidamente a otras partes del cuerpo y los no microcíticos, el 80-85% de los casos. Dentro de este grupo, hay cuatro subtipos: el carcinoma de pulmón de células grandes, que afecta a un 10% de los pacientes; el carcinoma de pulmón de células escamosas (30%), y el adenocarcinoma (40%). A efectos prácticos, los médicos diferenciamos entre cáncer de células escamosas y no escamosas, porque tienen diferencias en las mutaciones genéticas que podemos encontrar y en el tratamiento con quimioterapia», cuenta Majem.

Mujeres jóvenes que no fuman

Dentro de los adenocarcinomas, se cuentan los casos de cáncer de no fumadoras, en femenino, porque «es un tumor que afecta, sobre todo, a mujeres jóvenes». «Sabemos que hay un alteración genética externa, pero no qué la causa. Se sospecha del gas radón, una radiación que viene del suelo y puede entrar en casa, de la contaminación o de la manera de cocinar que tienen en China. El problema es que a estas pacientes, como el resto de enfermos, se les detecta la enfermedad en estadio IV, cuando el tumor está en ambos pulmones o extendido a otras partes. Tengo una paciente joven que le diagnosticaron todas las enfermedades habidas y por haber hasta dar con el tumor de pulmón», lamenta.

El cáncer de pulmón es traidor porque en estadios iniciales no da síntomas. Cuando ya hay tos, dolor o pérdida de peso, suele estar ya en estadio IV. Sólo el 15% se diagnostica temprano. Más del 65% de los pacientes muere en el primer año de diagnóstico.

Majem, que participó en septiembre en el Congreso Mundial de Cáncer de Pulmón en Toronto, da parte de un estudio europeo publicado allí que revela que un programa de detección precoz para este tipo de cáncer mediante la realización de TAC de tórax en personas de alto riesgo (fumadores y ex fumadores de más de 55 años) puede reducir el riesgo de muerte por cáncer más de un 25%. Pero claro, en este cribaje no participa este grupo de mujeres jóvenes con adenocarcinoma.

La inmunoterapia, cuyos «padres» ganaron este año el Premio Nobel de Medicina, está revolucionando las tasas de supervivencia y las posibilidades de curación en pacientes con cáncer avanzado. El tratamiento en estadio I, cuando el tumor está localizado es generalmente una cirugía o radioterapia localizada. En estadios II también se intenta operar y hacer quimioterapia preventiva con la intención de mejorar la supervivencia. En estadio III, aún es posible operar y los tratamientos son variopintos.

En estadio IV, hay muchas estrategias. «Hemos pasado de tratar a los pacientes exclusivamente con quimioterapia a la revolución de la inmunoterapia», explica Majem. Habla ya poder cronificar la enfermedad, de un paciente motero que hace cuatro años que se trata con inmunoterapia y está vivo. Las inmunoterapias tienen cuatro años y han llegado al cáncer de pulmón para quedarse y regalar años y calidad de vida combatiendo a las células tumorales, que son muy pícaras y tienen muchos mecanismos para burlar la muerte. Por ejemplo, noqueando la proteína PD-1 que inactiva al linfocito que habría de matar a la célula cancerígena, la idea es estimular el sistema inmunológico que realiza la inmunoterapia para que actúe como aquel el ejército de glóbulos blancos que atacaba a los virus narigudos en la serie de dibujos animados «El cuerpo humano».