Barcelona
Desarticulada una banda que colocaba explosivos en cajeros para saquearlos
Las conocimientos de química del jefe del grupo les permitió robar 120.000 euros
Eran la única banda de Cataluña especializada en robar en cajeros automáticos haciéndoles explotar, y ahora han quedado descabezados, tras la detención de su líder. Fue abandonado herido por sus compañeros a las puertas de un hospital, tras resultar alcanzado por una de las deflagraciones.
Los Mossos d’Esquadra explicaron ayer que detuvieron al presunto cabecilla de la banda, un italiano de 54 años, y a otro miembro del grupo. Se calcula que consiguieron más de 120.000 euros en metálico haciendo explotar seis cajeros automáticos de Barcelona y del área metropolitana.
Prisión preventiva
El jefe del grupo, que vive en Calella, ya fue detenido en 2013 por un delito muy similar, y salió de la cárcel en febrero, a la espera de ir a juicio. Tardó pocas semanas en montar otra banda, por lo que entre el 3 de abril y el 25 de mayo asaltaron cajeos automáticos, fallando en tres de sus intentos. El cabecilla era un experto en química, explicaron los Mossos, y fabricaba sus explosivos en un piso franco de la citada localidad.
Cabe destacar que antes de su primera encarcelación el cabecilla tenía un grupo de características similares, aunque no funcionaba con la misma precisión que en las últimas semanas.
Sus habilidades con productos químicos y con explosivos no estaban tan perfeccionadas, y en algunos de sus asaltos a cajeros automáticos parte de los billetes quedaban quemados, por lo que los botines eran escasos.
El nuevo grupo, el desarticulado ahora, cometía los robos en un minuto, colocando con un tubo un explosivo sólido en la ranura por donde salen los billetes de los cajeros, por lo que destrozaban la puerta trasera y accedían al depósito de billetes, una metodología muy poco habitual en Cataluña. Para cometer los asaltos, esperaban a la madrugada, y elegían entidades financieras en calles anchas -para minimizar los efectos de la explosión-, iban tapados, utilizaban fuertes medidas de seguridad y huían en coches de gama alta, normalmente robados.
El 25 de mayo la banda intentó robar en un cajero de Ódena. Pero al líder le detonó el explosivo cuando lo transportaba, causándole heridas de gravedad en una pierna. Se encuentra custodiado en el hospital, mientras que el otro detenido ya ingresó en la cárcel. Respecto a los otros tres miembros, carecen de conocimientos para fabricar este tipo de artefactos, pero se dictó una orden de búsqueda y captura.
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