CiU

Duran Lleida aparca la consulta en 2014 porque «hay muchas razones»

Alicia Sánchez-Camacho presentó ayer la campaña «Derecho a saber»
Alicia Sánchez-Camacho presentó ayer la campaña «Derecho a saber»larazon

Cuando CiU y ERC negociaron el pacto de legislatura, uno de los principales escollos hasta llegar a la rúbrica fue la fecha de la convocatoria de la consulta soberanista. Los nuevos impuestos marcaban una distancia enorme entre Unió y Esquerra, pero especialmente duro fue cerrar el año de la convocatoria.

Las prisas de ERC por celebrar la consulta más pronto que tarde (2014) no eran tantas en la federación nacionalista, y ahora todos están mirando la cláusula que finalmente acabaron firmando, sobre todo después de que Artur Mas intentara dar un giro al ritmo de la legislatura al presentar el martes el plan de gobierno con el que quiere responder a las encuestas que dan el «sorpaso» a favor de ERC.

Si se trata de dar visibilidad al trabajo que está haciendo el Govern para revertir el ocaso no juega a favor poner en marcha la maquinaria del referéndum. Además, la situación del momento obliga a poner el acento en las políticas económicas y sociales. La Generalitat no ha presentado aún los presupuestos, que a la vez ERC se niega a apoyar, pero todos los departamentos trabajan, por orden de la conselleria de Economía, con unos recortes para llegar al objetivo del déficit del 1,2 por ciento. El panorama es suficientemente complejo para que la Generalitat se replantee la fecha de la consulta, posibilidad que puso sobre la mesa Mas y en la que ayer ahondó el secretario general de la federación nacionalista.

Josep Antoni Duran Lleida aseguró que hay razones de peso para aplazar la consulta más allá del año que viene. «Todo parece indicar en estos momentos, aunque aún no estemos en 2014, que hay muchas razones económicas, políticas y sociales para no tener prisa», dijo. El líder de Unió mostraba sintonía con Convergència y dejaba claro que no le va a poner la alfombra roja a Esquerra. Tomar la sartén por el mango puede provocar un enfrentamiento con sus socios, pero hay otras posibilidades parlamentarias para agotar la legislatura. El líder de Unió hizo un guiño para que los socialistas no titubeen y se sumen a la consulta porque se mostró partidario de «intentar llegar a la consulta con cuantas más fuerzas políticas mejor». También dijo que «en este proceso esperemos llegar a 2016 –último año de legislatura– y esperemos hacerlo con ERC y, si no, intentaremos hacerlo con otras fuerzas políticas».

Esquerra, sin embargo, no está dispuesta a aflojar el ritmo independentista con el que ha comenzado la legislatura y puso sobre la mesa la posibilidad de romper un acuerdo que hoy por hoy se ha plasmado en la investidura y el apoyo de los republicanos para recortar la paga extra a los funcionarios. El portavoz en el Congreso, Alfred Bosch, advirtió a CiU de que si la consulta no se celebra el próximo año el pacto está finiquitado. «La consecuencia exacta ahora no la puedo decir, lo que sí puedo decir es que si no se cumple el pacto querrá decir que se habrá roto y, a partir de ahí, cada uno se reunirá y decidirá qué se tiene que hacer», sentenció Bosch.