Duran quita importancia al aviso de ERC de no apoyar los presupuestos

El aviso formulado el pasado domingo por Oriol Junqueras de no apoyar los presupuestos de la Generalitat no ha causado demasiado inquietud en el seno de CiU.

El aviso formulado el pasado domingo por Oriol Junqueras de no apoyar los presupuestos de la Generalitat no ha causado demasiado inquietud en el seno de CiU. «Es una declaración lógica, normal, no nos da un cheque un blanco», dijo el secretario general de la federación nacionalista, Josep Antoni Duran Lleida, para minimizar la advertencia de ERC, muy molesta con el Govern de Artur Mas tras haber anunciado severos recortes en el ámbito de la función pública sin previa consulta.

Duran no se dejó impresionar por las advertencias de Esquerra, pero en todo caso trató de reconducir la situación subrayando que la redacción de los presupuestos todavía está en proceso. «Que haya filtraciones sobre hipotéticas medidas que tomará el Govern puede comportar esa reacción de Junqueras, pero debo decir que todavía no hay presupuestos», afirmó, dando a entender que no se darán pasos determinados sin antes consensuarlos con sus socios.

ERC, sin embargo, permanece en estado de alerta y ayer ofreció otro aviso a CiU para que tomen en serio su advertencia de no apoyar los presupuestos. «No puede quedar ninguna sombra de duda, no puede haber ningún recorte ideológico ni social», subrayó la portavoz parlamentaria de ERC, Anna Simó. «Si sufrimos nuevos recortes tiene que quedar muy claro que serán debidos a la profunda deslealtad del Gobierno español que, además, impide nuevas vías de ingresos a la Generalitat», añadió la dirigente republicana.

La formación independentista teme que el Govern esté contemplando privatizar centros sanitarios en beneficio de mutuas privadas, una posibilidad que la Generalitat ha estudiado mediante informes pero que niega estar ultimando. ERC advirtió, en todo caso, que no piensa aceptar una medida semejante, contraria a su ideario.

La cuestión de fondo es que Esquerra quiere hacer valer su fuerza en la negociación de los presupuestos y no aparecer a la luz pública como mera comparsa de CiU. Por eso, los republicanos están decididos a tensar la cuerda durante las conversaciones, más aun cuando nadie se atreve a asegurar que la legislatura en curso vaya a durar cuatro años. ERC quiere figurar como el partido que ha forzado un giro a la izquierda de CiU y que ha puesto a salvo el sistema de bienestar de la tentación de privatizaciones que planea en el Govern.