Cataluña

El archivo Dalmau, al descubierto

El fondo documental sobre la mítica galería barcelonesa se pone a disposición de los investigadores en la red

Carta de Dalí y Lorca a Dalmau
Carta de Dalí y Lorca a Dalmaularazon

El fondo documental sobre la mítica galería barcelonesa se pone a disposición de los investigadores en la red.

El desaparecido crítico de arte Rafael Santos Torroella tuvo la suerte de adquirir un archivo importantísimo para conocer de primera mano uno de los episodios fundamentales en la Cataluña vanguardista de los años anteriores a la Guerra Civil. Se trata del legado documental de Josep Dalmau, el responsable de las emblemáticas galerías en las que expusieron Dalí, Miró, Picabia, Picasso, Barradas, Juan Gris, Torres-García o Duchamp, entre otros. Ese fondo forma parte del archivo y colección que el Ayuntamiento de Girona adquirió a los herederos de la viuda de Santos Torroella. Desde esta semana ese fondo puede consultarse a golpe de click en la página web del citado consistorio.

El material había sido usado por Santos Torroella para algunos de sus libros, como «Dalí residente», pero ahora sabemos que había mucho más y que hay un número considerables de papeles inéditos. El crítico de arte compró el archivo directamente a la viuda de Dalmau y allí encontró desde facturas y recibos sobre el funcionamiento de la galería, así como material gráfico y, fundamentalmente, la correspondencia del marchante con clientes y pintores. En este sentido, las cartas, buena parte de ellas inéditas, nos ayudan a conocer los primeros pasos en el mundo del arte de nombres como Dalí o Miró. Se percibe en todo momento la gran confianza que Dalmau supo granjearse la confianza de aquellos que se convirtieron en pilar de las vanguardias artísticas en Cataluña.

Las Galeries Dalmau fueron un visionario proyecto de Josep Dalmau, un restaurador que se convirtió en uno de los canales por los que llegaron a Barcelona algunos de los «ismos» del innovador arte de las primeras décadas del siglo pasado. Dalmau pensó en un primer momento dedicarse al dibujo y la pintura, algo de lo que hay algunas muestras significativas en el archivo, pero fue su estancia en París lo que le abrió los ojos al arte moderno. En la sala de exposiciones que abrió en el Paseo de Gràcia mostró a los maestros del cubismo. Su trabajo se extendió también apoyando a creadores como Francis Picabia, Dalmau de quien publicará los primeros números de la revista «391», además de su libro «Cinquante-deux miroirs».

Dalmau tiene el honor de haber sabido comprender la calidad de la pintura de Miró y Dalí antes que nadie. En el archivo hay, por ejemplo, algunas cartas que así lo demuestran, pero también resultan interesantes las misivas que Miró recibe de su esposa Pilar Juncosa o una nota fascinante dirigida a ésta por la madre de Picasso encargándole «una blusa de pescadores para Pablo». Las notas de Dalí son igualmente imprescindibles para conocer la perfección del entonces joven pintor ampurdanés incluso en sus catálogos.

También resulta muy llamativa una carta de recomendación de Josep Pla sobre el pintor Ignasi Genover, a quien expondrá Dalmau, o algunas misivas de Joan Salvat-Papasseit. Hay mucho que estudiar.