El Ayuntamiento descarta privatizar el Tibidabo, tras 8 años de pérdidas

Fue una promesa electoral del actual alcalde de Barcelona Xavier Trias, pero ahora mismo la privatización del parque de atracciones del Tibidabo no está sobre la mesa según el concejal de Medio Ambiente, Joan Puigdollers. Para la ex responsable del parque, la socialista Sara Jaurrieta, el estancamiento de la propuesta nacionalista corresponde a una falta de comprador.

De hecho, según el último balance del parque que presentó ayer Puigdollers, las cuentas siguen estando en número rojos por lo que el Tibidabo acumula ocho años de pérdidas. El Ayuntamiento barcelonés no cuantificó la cifra exacta correspondiente al ejercicio de 2012, pero el concejal de Medio Ambiente sí apuntó que el número de visitantes aún no ha llegado al óptimo, el que permitiría que las instalaciones fuesen rentables. En total, 519.106 personas acudieron al Tibidabo el año pasado, un 17 por ciento más que en 2011. Una cifra que queda lejos del objetivo de 600.000 usuarios que haría cuadrar las cuentas del parque de atracciones. Cabe señalar que tanto el año 2010 como el año 2011 fueron especialmente difíciles para el equipamiento de ocio barcelonés, después de que muriese una niña de 15 años al desplomarse uno de los brazos de la atracción «El Péndulo» en el mes de julio de hace dos años.

Por ello, y antes de cumplir la promesa electoral de privatizar el Tibidabo, el gobierno municipal quiere centrarse en captar más visitantes, sobre todo, presentándolo a las familias del resto de Cataluña, explicó Puigdollers.

Mejoras

Entre las novedades que ofrecerá el parque de atracciones destaca la instalación de una nueva noria con capacidad para 750 personas cada hora. Esta será la cuarta de instalación de estas características inaugurada en el Tibidabo, después de que a finales de 2010 fuera retirada la tercera tras prestar servicio desde 1983. La primera fue inaugurada en 1953 en la plaza central para dejar paso a una segunda noria en 1962.

La nueva «Rueda Panorámica» supone una inversión de 650.000 euros y está diseñada por el arquitecto Dani Freixas. Contará con un diámetro de 20 metros y 16 góndolas, una de ellas adaptada para discapacitados.