Ayuntamientos
El Ayuntamiento se acerca a la comunidad judía otorgándole una calle a un rabino del Siglo XIII
Colau intenta rebajar la tensión de los últimos años tras acciones polémicas como la invitación de Leila Khaled
Colau intenta rebajar la tensión de los últimos años tras acciones polémicas como la invitación de Leila Khaled.
En el año 1391, entre el 5 y 8 de agosto, durante las celebraciones de Sant Domènec, ciudadanos de una Barcelona en plena escalada de tensión por el aumento de los precios atacaron la sinagoga de la capital catalana dejando más de 300 judíos muertos. Para recordar el saqueo y asesinato de los judíos, la calle pasó a llamarse Sant Domènec del Call, muy cercana a la Generalitat, un retorcido homenaje. Tras 627 años con el nombre que celebraba el pogromo, el Ayuntamiento de Barcelona decidió la semana pasada el cambio de nombre de la calle por el del rabino Salomó Ben Adret.
El pasado noviembre, nueve asociaciones judías enviaron a Ada Colau una carta para pedir el cambio de nombre de la calle: «Las comunidades y las entidades judías hemos reivindicado delante de los diferentes gobiernos municipales el cambio de nombre de esta calle, la más importante del Call, porque no podemos permitir que la infamia del pogromo de 1391 se perpetúe en las calles de la ciudad ni que se menosprecie la memoria de las víctimas, todas y todos ciudadanos de Barcelona», se podía leer en uno de los párrafos del escrito. El Ayuntamiento tras más de ocho meses del envío de la misiva ha decidido tomar cartas en el asunto.
El nuevo nombre de la calle tiene por objetivo poner fin a la tensión que generaba Sant Domenec para la comunidad judía. Por este motivo, Salomó Ben Adret, rabino de Barcelona más de 50 años es la elección del Consistorio. Nacido en Barcelona hacia 1235 fue prestamista de Jaime I, en aquellos años, Rey de Aragón y Conde de Barcelona. El rabino fue uno de los mayores escritores acerca de la ley judía mientras era rabino de la Sinagoga Mayor de Barcelona. Ben Adret murió hacia el año 1310 en Barcelona la que fuera su hogar durante más de 70 años.
El pleno del distrito de Ciutat Vella decidió por unanimidad la propuesta del cambio de calle tras el visto bueno de la Ponencia del Nomenclator. Una vez cumplidos los trámites oportunos, el cambio de nombre de la calle será una realidad y acabará así con una de las exigencias que la comunidad judía reclamaba desde hace años. Por parte del Ayuntamiento, Gerardo Pisarello, primer teniente de alcalde definió el cambio de nombre como «un acto de reparación y reconocimiento en un momento muy complicado, porque la amenaza de la intolerancia, del antisemitismo, la islamofóbia e incluso de nuevas formas de fascismo están presentes».
Tensiones
Este movimiento por parte del ejecutivo de Ada Colau supone un acercamiento con la comunidad judía. El acto de reparación del que hablaba Pisarello llega por parte de la ciudad de Barcelona tras más de 600 años. En estos tres años de mandato, Ada Colau había mostrado especial interés en el cambio de nombre de distintas calles, especialmente aquellas relacionadas con la monarquía y la familia Borbón. Un buen ejemplo fue el cambio de nombre de la plaza Juan Carlos I por Cinco de Oros. El año pasado, la ciudad de Barcelona subvencionó con 10.000 euros un acto literario en el que asistió la terrorista Leila Khaled. Miembro del Consejo nacional palestino y del Frente de Liberación de Palestina, su invitación levantó ampollas entre la comunidad judía española llegando a recriminar a Colau la promoción de acciones antisemitas. Pero no solamente ha sido la invitación de Khaled lo que ha generado malestar en la comunidad judía española hacia Colau. En Abril, el Ayuntamiento aprobó una declaración de condena a la ocupación israelí en Palestina y sus políticas de expolio, explotación y destrucción de las riquezas del pueblo palestino. El responsable de presentar dicha declaración fue Pisarello, encargado de explicar el cambio de nombre de la desparecida Sant Domènec del Call.
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