El calendario del referéndum enfrenta al independentismo

El «sí» de la CUP a los presupuestos del Govern ha dejado el terreno despejado al independentismo para abordar la fase decisiva del proceso con la preparación del referéndum. No obstante, lejos de parecer más claro que nunca, los partidos soberanistas se encargaron ayer de dar una muestra más de sus dificultades para entenderse. Mientras que la CUP se apresuró a señalar que la consulta debe celebrarse antes de verano, e incluso a dar detalles de la organización, a lo que ERC ha dado el visto bueno, el PDECAT esquivó el debate del calendario y pidió a ambos partidos centrarse en dar argumentos par ampliar la base social favorable al separatismo.

Los anticapitalistas se expresaron con suma determinación. El portavoz del secretariado nacional, Quim Arrufat, auguró que la presión judicial que va a aplicar el Estado en adelante, va a obligar a tener que anticipar la celebración del referéndum por motivos estratégicos. «Tenemos claro que no podemos dejar que el Estado pudra la situación por dentro, que interfiera. Como pueblo no podemos permitir que juzguen instituciones, cargos y personas que han dado la cara», aseguró el líder de la formación anticapitalista en alusión a la posible inhabilitación de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell.

Según él, el ejecutivo catalán se ha comprometido con los cuperos a adelantar la consulta de autodeterminación si el Estado «seguía ejerciendo presión judicial a representantes públicos». Por otro lado, Arrufat se atrevió incluso a detallar algunas cuestiones de la organización: «Serán en domingo y votarán los mayores de 18 años. Se tiene que respetar al máximo el tipo de censo, el horario de apertura de los colegios, el tipo de colegio y de urna». Asimismo, afirmó que los funcionarios que participarán «no pueden ser voluntarios, porque serían los que quieren que el referéndum se convierta en un sí».

El mismo razonamiento empleó el vicepresidente de la Generalitat y líder de ERC, Oriol Junqueras. Según él, es posible celebrar la consulta antes del verano por la actitud «nada sensible» del Estado. El número dos del Govern se alineó con Arrufat para argumentarlo: «Si inhabilitan a Forcadell, algún tipo de respuesta tenemos que ser capaces de dar». Asimismo, precisó que la consulta debe tener «condiciones parecidas a otras elecciones» y la pregunta debe ser «clara, de respuesta binaria».

Sin embargo, la coordinadora del PDECAT, Marta Pascal, desdijo a la CUP y a ERC y pidió centrarse en dar argumentos para «convencer y ganar el referéndum» y no en si es necesario avanzarlo. Esta decisión, según la líder neoconvergente, corresponde al gobierno catalán.