Exposición
El compromiso de Tàpies
Una exposición recorre la deriva política del artista combinando pintura con documentos
Una exposición recorre la deriva política del artista combinando pintura con documentos
Antoni Tàpies nunca ocultó su compromiso social y vio en el arte una buena herramienta para mostrar su pensamiento político. Y si alguien duda de este particular no tiene más que acercarse a la exposición que puede verse en la fundación barcelonesa que lleva el nombre del gran artista.
«Antoni Tàpies. Biografía política» nos sitúa entre 1946 y 1977, entre la posguerra más oscura en Barcelona hasta la publicación de sus imprescindibles memorias «Memòria personal. Fragment d'una autobiografia». En ese marco temporal, Tàpies consolida los cimientos de su carrera artística y no duda en plasmar su militancia política en su trabajo. Para ello se parte de obras procedentes de la Fundació Tàpies, además de colecciones privadas o de centros como la Tate, el Museo Nacional Centro de arte Reina Sofía o Louisiana Museum, entre otros. A esto se le suma un número considerables de documentos, como parte del manuscrito original de la autobiografía o una carta de Malraux en respuesta a la que Tàpies le escribió pidiendo su mediación ante la condena a muerte de Puig Antich.
Uno de los grandes hitos de la muestra es la reconstrucción parcial de la participación del artista en la Documenta 3, celebrada en 1964 en Kassel. Para ello se ha lo0grado reunir las tres grandes obras que Tàpies presentó, un buen ejemplo de su desarrollo de la abstracción.
Según el comisario de la exposición, Carles Guerra, el primer dilema con el que tuvo que enfrentarse Tàpies fue «cómo era posible ser moderno en unas condiciones políticas que prohibían la propia actividad política». «Sobre eso debe negociar la estética de Tàpies, sobrevivir a esa situación», dijo Guerra, quien no dudó en plantear la abstracción como equivaler «el posicionamiento y militancia política».
La biografía política de Tàpies se extiende hasta la década de los sesenta cuando es una de las personalidades del mundo de la cultura que participa en el encierro que tuvo lugar en el Convento de los Capuchinos de Sarrià, la llamada Caputxinada. Igualmente estuvo en Montserrat en actos contra el régimen e intervino para evitar que se ejecutara a Salvador Puig Antich. A él le dedica una de las piezas que se reúnen en la Fundació Tàpies, la titulada «A la memòria de Salvador Puig Antich», de 1974. Otra de las obras destacadas es la totulada «7 de noviembre», un lienzo que habitualmente se encuentra en el Parlament de Cataluña y que evoca el encuentro de fuerzas antifranquistas en la iglesia de Sant Agustí de Barcelona en aquella época.
Dónde: Fundació Antoni Tàpies. Barcelona.
cuándo: Hasta el 24 de febrero.
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