El desafío independentista
El Consejo de Europa declina debatir el proceso independentista
El Consejo de Europa, por decisión del Comité de Ministros, desestima la moción que equipara a Cataluña con las Islas Feroe
El pasado mes de julio parecía que una puerta se entreabría para el independentismo catalán. El entonces diputado danés del Partido Socialdemócrata Jacob Lund presentó una moción ante el Consejo de Europa denominada «La situación de las Naciones sin Estado en Europa», apoyada por un total de 30 firmas de varios grupos, diez más de las necesarias para ser aceptada. Esta organización internacional aceptó a trámite la proposición que considera que la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa debía «examinar la cuestión de la autodeterminación para Cataluña y otras regiones europeas, incluyendo cualquier tentativa de impedir a las poblaciones ejercer su derecho a la autodeterminación».
Sin embargo, la puerta que hace dos meses parecía abrirse para Cataluña finalmente se ha cerrado y el Consejo de Europa, por decisión del Comité de Ministros, ha desestimado la moción al considerar que no es el organismo pertinente para estudiarla. Si por el contrario, la propuesta de resolución hubiese seguido adelante, un comité interno habría preparado un informe sobre el derecho a la autodeterminación de Cataluña y, así, la ofensiva independentista catalana se habría colado en la agenda europea y habría ganado notoriedad.
La noticia llega a tan sólo diecisiete días de las elecciones catalanas. Un nuevo varapalo para la lista de Artur Mas, quien vende que Europa avalaría un eventual proceso de independencia y que acogería a Cataluña en el seno de la Unión Europea. Algo que ya han reiterado numerosos líderes europeos en diferentes ocasiones. El último, David Cameron, en La Moncloa el pasado 4 de septiembre, quien advirtió de que si Cataluña se separa, «tiene que empezar a hacer cola detrás de otros países candidatos» y que «Cataluña, España y Europa estamos mejor juntos y somos más fuertes y poderosos».
La Asociación Nacional Catalana (ANC) de Dinamarca y Diplocat (Consejo de Diplomacia Pública de cataluña), colaboraron con Lund, principal impulsor de la moción, quien ve necesario «tomar en serio los deseos de la gente» en el proceso catalán. Lo hizo después de que el Folketing (el Parlamento de Dinamarca) aprobara el pasado 19 de mayo, tras un debate sobre el derecho de los pueblos a la autodeterminación, una resolución por la que se instaba a un «diálogo democrático y pacífico» entre el Gobierno español y el Ejecutivo regional de Cataluña. La resolución se aprobó con el apoyo de 64 parlamentarios, 41 abstenciones y ningún voto en contra. Las abstenciones corresponden al Partido Liberal, líder de la oposición, y al Partido Popular Danés, tercera fuerza parlamentaria del país.
Ahora que la moción no ha llegado a buen término y el Consejo de Europa ha declinado la posibilidad de examinar el asunto de la autodeterminación de Cataluña, no parece, según fuentes internas del Consejo consultadas por LA RAZÓN, que la proposición vaya a ser presentada de nuevo, ya que su principal impulsor, Jacob Lund, ya no forma parte del Parlamento danés, circunstancia requerida para volver a impulsar la iniciativa en Europa.
La moción comienza recordando que «el derecho a la autodeterminación es un principio esencial reconocido en la Carta de la Naciones Unidas y en el derecho internacional, y que el Consejo de Europa ha iniciado un camino hacia la protección de las minorías nacionales». Asimismo, considera que la legitimidad de los movimientos que piden la autodeterminación en Europa radica en «el apoyo de la ciudadanía, en que tienen sus propios estándares democráticos internos y rechazan el uso de la violencia». Defiende también que la discusión sobre la independencia debe desarrollarse en España en el seno de «un entorno pacífico y a través de un diálogo democrático entre la región pertinente y el Gobierno del Estado» y que se haga también un debate a escala europea.
La propuesta del ex diputado danés hace referencia también a Reino Unido, Dinamarca, Suecia y Noruega, países a los que pone como modelo y a los que el Consejo de Europa les ha dado una solución. Recuerda el referéndum que se celebró en Escocia el pasado 18 de septiembre de 2014 para decidir si Escocia debía ser un país independiente o no.
Lund menciona también en la moción que si las Islas Feroe o Groenladia quisieran hacer un referéndum similar al realizado hace un año en Escocia por la autodeterminación, el Gobierno de Dinamarca lo permitiría, dejando entre ver que también apoyaría uno en Cataluña.
«Europa debería estar aplicando las mejores prácticas sobre la autodeterminación, no lo contrario», reclama y concluye la moción recientemente desestimada por el Consejo de Europa.
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