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Elecciones municipales

El doble de Collboni

El alcaldable del PSC por Barcelona pasa por el Hospital Clínic todavía traumatizado por el debate electoral

La Razón
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El alcaldable del PSC por Barcelona pasa por el Hospital Clínic todavía traumatizado por el debate electoral

Vivan los novios! Es lo único que le faltó decir ayer a Jaume Collboni, alcaldable del PSC, a su ex Ada Colau y a Ernest Maragall. Los había visto juntos la noche anterior en el debate de BTV y todavía lo tenía muy en carne viva. No se lo podía sacar de la cabeza. «Asistimos a un baile prenupcial», aseguraba con deje irónico y algo de asco, así, buahhjj, como ese que le deja la novia, dice que está bien, que no le importa, pero por la noche, cuando nadie le mira, llora y estrangula a la almohada. La almohada de Collboni debe tener grabada una cara con los labios hinchados y los caninos salidos en busca de la gloria. Debe de oler a cabeza que tira para atrás. Los malos pensamientos y el rencor huelen a cabeza. Siempre. El lider del PSC barcelonés visitó ayer el Hospital Clínic para ofrecer su programa sanitario para la capital catalana y todo lo que en realidad le salía era gritar con terror que los independentistas se acercan. Si esto fuese «Juego de Tronos», Colau sería la malvada reina Cercei que se habría negado a entregar sus tropas para vencer a los caminantes blancos, esos independentistas pálidos que amenazan con acabar con la vida en la tierra traicionando a Collboni y a todos los valientes y constitucionalistas. ¿Quién sería Collboni? Supongo que ese que se enfada y apaga la tele para que se fastidien todos, ¡errr! En realidad es ese que cada vez que habla de independentistas se agarra al atríl con las dos manos porque sino teme caerse al vacío. El trono de hierro de Barcelona tiene estas cosas, hace ver monstruos por todas partes, incluso junto a un hospital. ¿Eso es un dragón? No, sólo es una señora grande que escupe, una vergüenza, pero es una votante también, ¡a por ella! Collboni fue a por ella. ¿También escupió? No, eso no, eso nunca. «Estas elecciones tienen que servir para pasar página del procès», dijo. Esperemos que la página no le pase a él por encima. Pero Collboni sabe poner buena cara los días de lluvia y los días de sol, pues morder. «El voto del PSC vale el doble, porque es un voto progresista y contra el procès». Quien crea que vale por dos se decepcionará dos veces. Los dobles son malos, pues suelen ser formas reflejas, sin voluntad. Los dos Collboni se fueron así, hablando solos.