Carreteras
El fallecimiento de Casals reabre la polémica con las bicicletas
¿Hay un problema de seguridad vial con los ciclistas o se trata simplemente de fricciones?
La convivencia entre ciclistas y peatones sobre el papel tiene peor fama de lo que realmente es. Al menos así lo atestiguan los datos oficiales. En todo 2015 sólo se produjo un atropello de consecuencias graves pese a que el fallecimiento de Muriel Casals ha vuelto a despertar la polémica. Esos mismos datos, sin embargo, no profundizan en otro tipo de molestias como la sensación de impunidad de la que, parece, disfrutan los ciclistas o los inconvenientes de pasear un carrito de bebé, por ejemplo, en una zona frecuentada por bicis. Aun así, todo parece indicar que los problemas de unos y otros son más de civismo y educación que de seguridad vial.
Tal y como apuntan desde Ciclosfera, el problema de Barcelona es el boom que ha vivido la bicicleta en Barcelona a raíz, sobre todo, del Bicing sin planificación previa. «El ciclista tiene miedo e inseguridad, por lo que usa el espacio del peatón con la permisividad policial. Pero no hay una problemática, sino una fricción porque se está invadiendo el espacio natural del peatón. Desde el propio Consistorio se toman medidas, que la bici bajará a la calzada cuando haya un plan de moderación en la ciudad. Mientras, cualquier situación provocada por la bici parece el caos, pero aunque haya sido un desgraciado accidente (Muriel Casals) hoy mismo ha habido dos atropellos de coches a peatones y no han sido ni noticias».
En este contexto, además, el Ayuntamiento de Barcelona está desarrollando un ambicioso plan para triplicar los carriles bici de la ciudad de aquí a 2018. Esto significará pasar de los 116 kilómetros actuales de carril bici a 308 (sin contar dos veces los que tienen dos sentidos de circulación.
La ampliación mantendrá el criterio de que los nuevos carriles sean sobre calzada y segregados, aunque podrá haber excepciones. En el mapa de futuro de carriles bici, destacan ejes «verticales» en el Eixample, como los de Pau Claris (que continuará por Via Laietana más adelante), Marina, Cartagena y Casanova. En sentido «horizontal», destacan los de travessera de Gràcia y Pare Claret, así como los laterales de la Ronda de Dalt.
Los carriles bici no es un tema baladí en esta polémica. La asociación Amics de la Bici ha denunciado por activa y por pasiva el actual modelo «low-cost» de carril bici, diseñado por el equipo de movilidad del exalcalde de Barcelona Xavier Trias «tiene muchos problemas de difícil solución, aparte de la anchura insuficiente e insegura para la circulación en ambos sentidos».
La asociación señala que «la separación con la zona de aparcamiento es insuficiente, nos comemos la puerta del coche» y, cuando los conductores acceden a los vehículos aparcados, «el carril bici se convierte en una acera». Amics de la Bici añade que «el carril bici es un muro donde la bicicleta no tiene acceso a las calles que lo cruzan».
Cifras
El crecimiento de la bicicleta en Barcelona, en cualquier caso, es indiscutible. Se ha pasado de 118.151 desplazamientos en el año 2011 a 136.440 en el 2014, un 15,5% más. Si se coge el dato del 2009, el porcentaje escala hasta el 33% más de viajes a pedales. Este dato no se ha visto correspondido con un incremento similar del número de aparcamientos en la calle. En cuatro años, se ha pasado de 21.673 anclajes a 23.559, un 8,7% más.
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