Turismo

El Govern estudia aumentar la tasa turística

Advierte de que sólo será posible si hay consenso con el sector y niega que Barcelona pueda gestionar la totalidad de lo recaudado

La nueva ordenación de terrazas de Fabra i Puig y Onze de Setembre permite un máximo de 12 mesas por local
La nueva ordenación de terrazas de Fabra i Puig y Onze de Setembre permite un máximo de 12 mesas por locallarazon

Cada año se baten récord de ocupación. En 2015 llegaron a la capital catalana más de 8,3 millones de visitantes y las previsiones indican que este año la cifra será aún mayor. Las consecuencias de este turismo masivo no sólo inciden en los vecinos, hartos del incivismo de muchos de los huéspedes, del ruido y de la pérdida de muchos espacios, sobre todo en los barrios del centro, dedicados casi en exclusiva a la actividad turística. También en los propios turistas. La encuesta publicada recientemente por el Ayuntamiento de Barcelona hizo saltar todas las alarmas al advertir que la gallina de los huevos de oro corre el riesgo de morir de éxito. Y es el 58% de los que llegan a Barcelona se quejan de la gran cantidad de personas que alberga, lo que hace imposible disfrutar la ciudad, además de sus altos precios en comparación con la calidad del producto.

Para poder paliar los efectos nocivos del turismo, la Generalitat se abrió a transferir a las ciudades más damnificadas parte de lo recaudado con la tasa turística, un impuesto creado en 2012 que grava las pernoctaciones. A día de hoy, el turista en Barcelona debe pagar 2,5 euros de más por cada noche en un hotel de cinco estrellas, 1,25 euros si es de cuatro estrellas y menos de un euro en el resto de establecimientos (pisos turísticos, campings, etc).

Pero, según desveló ayer el conseller de Empresa y Conocimiento, Jordi Baiget, Cataluña podría estudiar un incremento de este gravamen dadas las buenas cifras del turismo en la comunidad. Aunque, advirtió, sólo será posible si hay consenso entre las administraciones y el sector.

En una entrevista ayer en RAC-1, Baiget también volvió a reafirmar la postura del Govern entorno a la demanda del ejecutivo de Colau, que exige poder gestionar el 100% del impuesto. «Quien ha tenido el desgaste de aplicar este impuesto ha sido la Generalitat, y ahora que está consolidado, reclaman el 100%. Esto no es justo», afeó el conseller.

Barcelona genera la mitad de los ingresos del tributo (más de 21 millones) pero sólo gestiona una tercera parte: de los 43,5 millones de 2015, 13 fueron destinados a entes locales y 7,6 a la capital catalana. El Ayuntamiento, en la última negociación, consciente de la imposibilidad de hacerse con la totalidad de lo recaudado, pidió, al menos, aumentar su participación y decidir el destino del dinero, ya que la norma marca que sólo se puede emplear para la promoción turística. Además, puso sobre la mesa otras «modalidades fiscales» como una tasa para los cruceristas..

La polémica está servida. Mientras que la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) ha reclamado en más de una ocasión el aumento de este impuesto, los empresarios turísticos se niegan en rotundo ya que, según ellos, la medida podría generar un «efecto rechazo» en algunas zonas de Cataluña como la Costa Dorada por «el efecto comparativo dentro del país».

Baiget ayer se mostró partidario de abrir el debate aunque echó balones fuera al remarcar que «todavía se está haciendo un esfuerzo por consolidar la tasa».

El conseller, además, recordó que el Govern planea poner en marcha un nuevo observatorio de turismo para obtener y analizar toda la información de este sector y poder «ayudar a las administraciones competentes» y definir conjuntamente las medidas a implantar, e insistió en que el objetivo de la Generalitat es favorecer un turismo sostenible.