Política
El Govern teme que ERC acentúe su deriva radical
Los argumentos de Junqueras contra los presupuestos sorprenden a Mas
Más de un dirigente de CiU torció el gesto la pasada semana cuando el presidente de ERC, Oriol Junqueras, comenzó a expresar en cifras su rechazo a unos presupuestos con un déficit del 1,5 por ciento, posible techo de gasto que podría fijar el Gobierno a las comunidades autónomas una vez se sepa el margen que concede la Unión Europea a España. Dijo Junqueras que su formación no piensa asumir unos recortes de 3.200 millones (la cifra que, según sus cálculos, correspondría a tal déficit) y los dirigentes de CiU se quedaron extrañados. El líder de ERC había pasado de desmarcarse de los presupuestos mediante declaraciones a expresar su oposición a las cuentas con el detalle de los números, siempre más esclavos y menos interpretables que las declaraciones.
Apenas han pasado cinco días desde que Junqueras lanzó su órdago respecto al 1,5 por ciento de déficit, pero la preocupación es cada vez mayor en CiU. De cara a la galería, el Govern de Artur Mas y los dirigentes de CiU aseguran confiar en que se acabará cerrando un acuerdo con Esquerra. Los nacionalistas ya sabían que Junqueras iba a gesticular antes de dar su apoyo a las cuentas, pero no suponían que iban a usar números en su escenificación ante la opinión pública. Ahora el Govern se pregunta si ERC piensa mantenerse en esta furibunda oposición a un déficit del 1,5 por ciento y, por tanto, va a hacer descarrilar los presupuestos. Hacerlo significaría dar por roto el pacto que CiU y Esquerra firmaron al inicio de la legislatura, pero el Govern no se quiere colocar en esta situación.
Preguntado ayer por la valoración que el Govern realiza sobre su pacto con ERC, el consejero de la Presidencia, Francesc Homs, sostuvo que «progresa adecuadamente», tal y como dijo Artur Mas en su balance de cien días de gobierno. Homs quiso mantener el tipo de esta manera, a pesar de que los republicanos insisten en que la mejor opción es prorrogar los presupuestos, un extremo que la Generalitat no contempla en ningún caso, sobre todo después de varios meses negociando con el Gobierno para elevar el techo de déficit.
El Govern prevé presentar los presupuestos de 2013 a finales de mes y podría hacerlo sin conocer la cifra definitiva del déficit. Al fin y al cabo, desde la presentación a la aprobación parlamentaria median prácticamente dos meses, margen suficiente para saber a ciencia cierta el techo del déficit. En todo caso, el gasto que está acometiendo la Generalitat desde que comenzó el año no se corresponde al de un margen del 0,7 por ciento (objetivo actual). Quedan pocas semanas para salir de dudas, pero las relaciones entre CiU y ERC se están recrudeciendo.
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