El juez decreta cárcel para el tercer violador en serie del Eixample

Costó varios meses, pero finalmente los Mossos d’Esquadra arrestaron el domingo al tercer violador en serie conocido que actuaba en el distrito barcelonés del Eixample. El juez decretó ayer cárcel para el presunto agresor. Fue detenido gracias, en buena parte, a una imagen tomada en la zona donde «operaba».

Cometió un error que es habitual en los violadores en serie, y también de los criminales. El fallo fue actuar siempre en la misma zona, en este caso el Eixample, pese a que el arrestado es un vecino de Molins de Rei de 38 años.

Los Mossos tenían en su poder un total de siete denuncias. Cuatro por violaciones consumadas y otras tres por el mismo delito, pero en grado de tentativa, todas presentadas por chicas de entre 18 y 26 años.

Fue la última tentativa la que finalmente derivó en la detención del agresor. Los Mossos tenían una foto del sospechoso realizada por una cámara de seguridad de una finca, por lo que tenían vigilada la zona.

Una chica fue atacada con el método habitual del violador, en un portal, pero la víctima pudo huir gritando. El agresor desistió, salió a la calle, y una patrulla de los Mossos no tuvo muchas dificultades para identificarle y detenerle.

Imagen decisiva

De esta manera, la foto captada cobró importancia para los Mossos. El presunto violador no estaba previamente identificado. El detenido siempre amenazaba con un cuchillo o con un destornillador. Se desplazaba desde Molins de Rei hasta Barcelona los días festivos y vigilias. Al parecer, merodeaba la zona de plaza Universitat, por donde salen muchos jóvenes, y cuando cerraban los locales «seleccionaba» a las víctimas, a las que seguía hasta su casa.

La imagen que captó una cámara de seguridad en uno de los abusos cometidos, así como el hecho de que siempre actuara de la misma manera y en la misma zona, fue clave para poder localizar y detener al sospechoso.

Tras recibir las primeras denuncias, en septiembre del pasado año, los Mossos iniciaron una compleja investigación que les permitió concluir que había un violador en serie que actuaba siempre siguiendo el mismo patrón, ya que abordaba a las víctimas de madrugada cuando entraban en el portal de su casa, en el Eixample, y una vez en el interior las amenazaba con la navaja o el destornillador y las agredía sexualmente. En uno de los supuestos asaltos, los Mossos obtuvieron una imagen con el rostro del sospechoso, captado por una cámara de videovigilancia de los alrededores de la finca donde actuó.

Con esta única pista, y sabiendo que siempre se movía por la misma zona y de madrugada, los Mossos prepararon varios dispositivos de control para tratar de localizarle.

Tras algunos intentos fallidos, finalmente la madrugada del pasado domingo los Mossos lograron localizar a una persona con un gran parecido al de la imagen que tenían del sospechoso y le siguieron, hasta que entró en un portal justo detrás de una chica.

La joven logró huir por las escaleras hacia su domicilio al percatarse de las intenciones del agresor, por lo que logró frustrar el ataque. Tras ser detenido y enviado a prisión, ahora se investiga si ha cometido más violaciones. De hecho, el detenido tiene un antecedente por una agresión sexual cometida en 2004, en un caso que llevó la Policía Nacional.