Arte, Cultura y Espectáculos

El Macba se pasa al punk

Una exposición analiza su huella cultural

Una vista de «Casa de Pinocho/ Pierna torcida» del artista Paul McCarthy en una de las salas del Macba
Una vista de «Casa de Pinocho/ Pierna torcida» del artista Paul McCarthy en una de las salas del Macbalarazon

Hace ahora cuatro décadas que el movimiento punk, una manera de entender la vida inconformista, rebelde y con repartiendo crítica social y política. Con Londres y Nueva York como primeros focos, pronto ese planteamiento vital, a ritmo de música gracias, sobre todo, a Sex Pistols, llegó a todo el mundo. El Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) ahora analiza la huella que ha dejado todo eso, especialmente en el arte, en una completa exposición, comisariada por David G. Torres.

«PUNK. Sus rastros en el arte contemporáneo» no es una muestra sobre cazadoras de cuero con clavos, botas militares y cabezas con el pelo pincho. En ella podemos encontrarnos piezas de Marcel·lí Antúnez, Jean-Michel Basquiat, Jordi Benito, Paul McCarthy, Jordi Colomer, Chiara Fumai, Dan Graham, Raymond Pettibone, DETEXT y Gavin Turk, entre otros. Pero tampoco se deja de lado las referencias musicales a nombres como Sex Pistols –sin olvidar a su controvertido bajista Sid Vicious–, Ramones o Patti Smith.

Según explicó Torres la semana pasada, durante la presentación de la muestra, el punk «es uno de los movimientos que más poso han dejado». El responsable de la muestra apuntó que este movimiento eclosionó en medio de la sociedad de masa y que su idea de radicalidad ha continuado en el arte contemporáneo. «La muestra evita caer en la nostalgia», declaró David G. Torres quien ha tenido muy en cuenta el ensayo de Greil Marcus, «Rastros de carmín», para preparar su discurso expositivo. Y eso lo sostiene a base de fotografías, video creaciones, instalaciones, pintura o música, invitando en muchas ocasiones al visitante del Macba a formar parte manera activa de la misma obra.

El recorrido con el que se encuentra el espectador de la muestra cuenta con piezas sorprendentes y provocadoras, como la célebre imagen creada por Gavin Turk con Sid Vicious como icono de cartón y pistola en mano, una actitud que parece tomada del célebre cuadro que Andy Warhol dedicó a Elvis. Una contraposición de nombres y poses nos la trae Pepo Salazar con Britney Spears transfigurada, rompiendo con su aparente inocencia. De Jamie Reid tenemos su célebre cartel «God save the Queen», una de las imágenes más reconocibles a la hora de hablar de lo punk: la reina de Inglaterra Isabel II con grafismos que sirvieron para ilustrar una de las más conocidas canciones de Sex Pistols.

Uno de los principales personajes de la escena punk neoyorquina fue Jean-Michel Basquiat, ahora convertido en objeto de culto en subastas multimillonarias. Sin embargo, en los 80 era un pintor de graffitis que vivía como podía al margen de modas y estilos. En el gran acrílico «Beast» podemos contemplar su autorretrato lleno de rabia, plasmación de la intensidad de ese tiempo.

Impactante es también el conjunto de trabajos de Raymond Pettibon en el Macba, con dibujos en los que no faltan las referencias a situaciones conflictivas o estados psicóticos. Pettibone ha colaborado, además, con grupos como Black Flag y Sonic Youth.

Por su parte, Jordi Colomer expone un coche con el famoso lema del movimiento punk «No Future». Impactante es también Paul McCarthy con una videoinstalación «Casa de Pinocho/Pierna torcida».

Dónde: Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona.

Cuándo: Hasta el 22 de septiembre.