El Mnac busca crecer

La pintura de Bartolomé Bermejo y Antoni Fabrés, la fotografía de Oriol Maspons y la escultura de posguerra en Cataluña son algunas de las propuestas expositivas que el Museu Nacional d'Art de Catalunya prepara para la temporada que acaba de empezar.

La pintura de Bartolomé Bermejo y Antoni Fabrés, la fotografía de Oriol Maspons y la escultura de posguerra en Cataluña son algunas de las propuestas expositivas que el Museu Nacional d'Art de Catalunya prepara para la temporada que acaba de empezar. Igualmente, a lo largo del primer trimestre del próximo año, el centro verá como se incorporá al discurso de las salas de la colección permanente el arte de la posguerra y la segunda vanguardia, es decir, aquella que va de 1940 a 1980.

Pero, el principal reto del Mnac es crecer y tratar de fortalecer su presencia en la ciudad. Eso es precisamente lo que quiso subrayar ayer Pepe Serra, director del museo, durante la presentación de la nueva programación. El objetivo es presentar el próximo día 19 la propuesta de ampliación del centro en la primera reunión de la recientemente creada comisión mixta formada por representantes del Ayuntamiento, la Generalitat y el Ministerio de Cultura. Todo ello centrado en el Pabellón Victoria Eugenia de Fira de Barcelona y que deberá ser rehabilitado en los próximos años para que sea gestionado por el Mnac. El documento estará a disposición de todos porque Serra tiene previsto publicarlo en la página web del centro.

La idea de Serra y su equipo es la de traladar fuera del Palau Nacional «las exposiciones temporales, las colecciones que van de Marià Fortuny a Benet Rossell, y el centro de estudios, que incluye la biblioteca y espacios para los estudios de máster, y que es la biblioteca de Historia del Arte más importante del Estado. Pedimos llegar a un acuerdo del dibujo final y luego ya se hará el proyecto arquitectónico».

Respecto a las líneas generales de ese plan, Serra expuso que «hemos hecho un plan muy serio, no estamos pidiendo por pedir estos metros. Ahora queremos que lo miren, lo estudien y estoy seguro de que los técnicos de la administración serán cómplices. Esto no se puede improvisar, es una oportunidad para la ciudad».

Y todo eso ocurre en una montaña que, como dijo el director del museo, no lo tiene nada fácil, pese a la variada propuesta cultural que tiener en estos momentos. «Aquí hay droga, atracos, no se puede aparcar bien, por la noche hay problemas, está mal iluminado, mal señalizado», subrayó Serra recordando las dificultades que hay para acceder hasta el museo.

La programación para este año cuenta con un presupuesto de 1,3 millones de euros. La primera de las exposiciones estará centrada en la pintura de Bartolomé Bermejo, uno de los más interesantes creadores del siglo XV. Con la colaboración del Museo del Prado, entre febrero y mayo de 2019, entre las obras expuestas estará «Piedad Desplà», que ahora puede verse en la Catedral de Barcelona.

Gracias a la Fundación Nando y a Elsa Peretti, el Mnac adquirió unas 200 imágenes de Oriol Maspons, uno de los grandes maestros de la cámara. A él se le dedicará una completa retrospectiva con estos trabajos entre julio de 2019 y enero de 2020.

Dentro de su política de recuperación de nombres del arte catalán, este año será el turno de Antoni Fabrés, definido por Serra como un «gran retratista». Y bajo el título «Objeto, tótem y materia. La escultura de postguerra en Cataluña» llegará al museo la obra de autores como Josep Maria Subirachs, Àngel Ferrant o Leandre Cristòfol.

El cómic «undreground» entrará en el museo en una exposición coincidiendo con el Saló del Còmic mientras que el artista Oriol Vilapuig dialogará con sus trabajos con la colección permanente del Mnac.

El museo viajará fuera gracia s a diferentes exposiciones temporales siendo especialmente significativa la que se abrirá sobre arte catalán en cinco museos japoneses.