Cataluña

«El nacionalismo ha ido marginando y silenciando a los no independentistas»

Juan Arza. Vocal de Societat Civil Catalana. Es, también, responsable de comunicación de esta entidad, nacida «para dar voz a aquellos catalanes que como yo, somos contrarios a la independencia»
Juan Arza. Vocal de Societat Civil Catalana. Es, también, responsable de comunicación de esta entidad, nacida «para dar voz a aquellos catalanes que como yo, somos contrarios a la independencia»larazon

– ¿Cuál es la razón de ser de Societat Civil Catalana?

– Nació para dar voz a los catalanes que nos oponemos a la independencia. Pensábamos que sería necesaria en el debate público una voz diferente de la de los partidos políticos, no partidista, plural, y ue pudiera integrar diferentes sensibilidades unidas por el deseo de seguir conviviendo con el resto de españoles y por el deseo de mantener la cohesión dentro de Cataluña.

– ¿Por qué hemos llegado a este punto, en el que se ha sido necesario crear una entidad como Societat Civil Catalana y en el que afrontamos unas elecciones autonómicas como una votación por la independencia?

– Sin duda tiene algunos orígenes históricos pero después ha habido una acción política continuada durante muchísimo años por parte del nacionalismo para convertirse en una ideología hegemónica, para ir marginando y silenciando a los contrarios al proyecto nacionalista. También ha habido un conjunto de variables que tienen que ver con la acción del Estado y los diferentes gobiernos españoles, que probablemente han cometido muchos errores, por acción u omisión. Y finalmente también está la grave crisis económica e institucional.

–¿Eso hace que gente que no era independentista se convierta al independentismo?

– Mucha gente que no era independentista se ha convertido al independentismo por motivos frágiles, que se pueden discutir, y una parte importante de las personas que apoyan el independentismo puede revertir ese apoyo y, si se le plantean alternativas, puede apoyar otra opción política. Son normalmente personas influidas por la propaganda independentista en los últimos años y más condicionadas por la situación de crisis económica e institucional que aludía antes. En los últimos tiempos, el nacionalismo ha propagado con éxito que España es un país atrasado, su gobierno es ineficaz, que pertenecer a España limita las posibilidades de progreso y bienestar de los catalanes y eso a veces lo ha hecho abiertamente. Esa campaña propagandística continuada ha tenido efecto.

–¿Existe el miedo a manifestar el antiindependentismo en Cataluña?

– Afortunadamente ese miedo ha disminuido. Cuando Societat Civil Catalan nació, ese miedo estaba muy presente y el porcentaje de personas que no quería manifestar su opinión sobre la independencia era mucho mayor. Ahora, casi todas esas personas se ha descubierto que eran no independentistas y se atreven a decirlo. Quizá no lo hacen con la contundencia y frecuencia que nos gustaría, pero la gente ha ido perdiendo el miedo y nos gustaría pensar que ello ha sido en parte gracias a nuestra labor. Además, el independentismo está extremadamente movilizado, hay un exhibicionismo político enorme. Hay un altísmo proselitismo en el bando independentista y en el de los no independentistas no lo hay en absoluto. Suele pasar que quienes defienden el status quo o quienes se sienten más o menos confortables con la situación actual no sienten esa necesidad de movilizarse. Pero también hay una voluntad política por parte del independentismo de silenciar y marginar a aquellos que se oponen al independentismo y de hacer creer a la población que el independentismo es algo abrumadoramente mayoritario, que es el deseo de todos los catalanes y que oponerse al proyecto independentista es prácticamente un acto de traición. Parece que esa intención está fracasando, por fortuna.

– ¿En qué consistiría la falta de democracia que han denunciado por parte de la Generalitat?

– En muchos sentidos: en la desaparición del principio de la neutralidad de las administraciones públicas; en que se ponen todos los recursos de la administración al servicio de un proyecto político de una parte; en que se margina, silencia y estigmatiza al disidente; la cuestión de la simbología, como que se estén colocando banderas independentistas en edificios públicos ...Y hay infinidad de ejemplos de cómo se están usando los recursos de todos en este sentido.

– ¿Qué opinión le merece ‘Junts pel Sí’? ¿Cree que esa unión les garantiza la mayoría absoluta?

– Les permite maximizar el voto independentista, porque permite a Mas ocultarse tras una lista y una imagen cuando todos los pronósticos eran desastrosos para CIU; y por otra parte, porque permite que haya un voto antisistema que tiene a la CUP, que se ha dejado fuera de esa lista independentista, como alternativa. En ese sentido, la función de la CUP es aglutinar el voto de ruptura para al final ponerlo al servicio del proyecto de Mas.

–¿Por contra, el voto unionista estará demasiado repartido?

Ese es uno de los problemas. El primero, quizá más importante, es que el voto unionista está más desmovilizado, y después, que está más fragmentando.

–¿Qué responsabilidad tienen los políticos en esta situación?

– Toda. Este no es un proyecto que venga de abajo hacia arriba, sino que es un proyecto promovido, financiado, apoyado institucionalmente, que tiene mucho que ver con las necesidades de determinados grupos políticos, Además, el éxito de este proyecto tiene que ver con la incompetencia e incomparecencia de otros partidos, aquellos que están en condiciones de gobernar España o han gobernado. Si las dos grandes fuerzas políticas que representan a las corrientes ideológicas españolas mayoritarias estuvieran unidas en esta cuestión y compartieran una idea sobre cómo debe afrontarse, el nacionalismo tendría muy pocas posibilidades de éxito.

–¿Qué pasará el 28 –S?

– Sea cual sea el resultado, van a seguir adelante con el proyecto independentista. Han roto todos los puentes y no parece que haya marcha atrás. Probablemente asistiremos a una intensificación de este proceso. Está por ver si sólo en el plano declarativo o bien si se darán pasos en ese sentido.