El Parlament pide al Gobierno su aval a la independencia unilateral de Kosovo

La fórmula que Kosovo empleó para separarse de Serbia se ha convertido en uno de los referentes de los partidarios de la secesión de Cataluña. Y, en especial de ERC, ya que Kosovo se convirtió en un estado «democrático, libre e independiente» tras la aprobación de una declaración de independencia de su parlamento en febrero de 2008. Este mecanismo unilateral para acceder a la plena soberanía dividió a la comunidad internacional, ya que hay países como España que no reconocen su independencia por no respetar «la legalidad internacional». Los partidarios del derecho a decidir en Cataluña, en cambio, opinan lo contrario y ayer exigieron al Gobierno que dé validez al estado kosovar. Lo hicieron mediante una resolución aprobada en el marco de la comisión de acción exterior en el Parlament.

Los votos de CiU, ERC, PSC e ICV sirvieron para aprobar esta iniciativa, imposible de no vincular al proceso soberanista que impulsa el Govern de Artur Mas esta legislatura. La postura más sorprendente fue la de los socialistas catalanes, ya que el Gobierno del PSOE se negó a reconocer el estado de Kosovo. Los catalanistas, sin embargo, entienden que el aval del Tribunal Internacional de Justicia es suficiente para enterrar las suspicacias.

La vía unilateral

«No reconocer Kosovo es fruto de la incomodidad que plantea al estado español el proceso catalán y de no haber encajado la opinión del Tribunal Internacional de Justicia que reconocía que no se puede prohibir una declaración unilateral de independencia», concluyó el presidente la comisión de acción exterior, Jordi Solé, de ERC.

Los republicanos tienen muy claro que el Gobierno de Mariano Rajoy no va a permitir un referéndum de autodeterminación en Cataluña, ya que este tipo de votación desborda el marco constitucional y, por eso, alientan la vía unilateral para acceder a la independencia de Cataluña.

Los propios asesores de Mas integrados en el consejo de transición nacional también estudian esta posibilidad, aunque, hasta el momento, el presidente de la Generalitat ha descartado la independencia a la brava y ha insistido en pactar una consulta al estilo británico.

Por otra parte, la comisión de acción exterior votó en contra de la propuesta del PP de hacer comparecer a los cinco «embajadores» de la Generalitat. CiU y ERC hicieron valer su mayoría para impedir esta posibilidad. «Esta comisión ha cogido un rol casi maoísta, que pretende solucionar los problemas de todo el mundo como si fueran miembros del consejo de seguridad de la ONU y en cambio no piden rendir cuentas a los diferentes representantes de nuestro Govern», criticó el diputado del PP Juan Milián, que también reivindicó el derecho de los catalanes a conocer la acción exterior de la Generalitat.