Política

El PP catalán acude a la Justicia

La Razón
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El espionaje que sufrió Alicia Sánchez-Camacho, durante la comida que mantuvo con Victoria Álvarez –ex amante del primogénito de Jordi Pujol– acabará en los tribunales.

El espionaje que sufrió Alicia Sánchez-Camacho, durante la comida que mantuvo con Victoria Álvarez –ex amante del primogénito de Jordi Pujol– acabará en los tribunales. La presidenta de los populares catalanes acudió ayer al juzgado para interponer una demanda contra la agencia de detectives Método 3, que colocó micrófonos en el restaurante La Camarga, en Barcelona, para registrar la conversación. Sánchez-Camacho explicó, además, que también denunciará el asunto a la Policía para que abra una investigación y determine quién reclamó estas escuchas ilegales. Sánchez-Camacho accedió a verse con Victoria Álvarez a petición de un dirigente del PP y la ex amante de Jordi Pujol Ferrusola le explicó la turbulenta vida que compartió con el primogénito del ex presidente, a quien acusa de haber realizado numerosos viajes a Andorra en una trama de blanqueo de dinero. Sánchez-Camacho ha accedido a que se transcriba la conversación con Victoria Álvarez, durante la cual la presidenta del PP catalán le aconsejó que denunciase el tema a la Justicia. «Le dije incluso que podríamos tener una reunión con el fiscal anticorrupción, pero no quiso denunciar, tenía mucho miedo», explicó Sánchez-Camacho. Álvarez, por su parte, se lamentó porque «se está hablando más de la grabación que de los delitos de esta gente», en alusión a los Pujol Ferrusola. Quienes también acudirán a los tribunales son los propietarios del restaurante La Camarga. El restaurante, que dispone de salones privados y es frecuentado por políticos de todos los partidos, para demostrar que nada tiene que ver con el espionaje hizo ayer un barrido de seguridad, a través de la empresa USB, que confirmó que en el restaurante no hay micrófonos ni teléfonos pinchados. Los propietarios temen perder clientes entre la clase política.