Cataluña
El PP condiciona cualquier pacto con CiU a que Mas entierre la consulta
Sánchez-Camacho alerta de que Cataluña revivirá la pesadilla del tripartito con ERC
Blanca y radiante, como la novia de la canción, llegó ayer Alicia Sánchez-Camacho a la reunión de la Junta Directiva del PP catalán para analizar los resultados electorales. Unos resultados que, aunque para el PP son históricos, han dibujado un parlamento fragmentado, que a CiU le va a costar sudor y lágrimas adiestrar. Tal y como recordó Sánchez-Camacho, «Artur Mas se ha metido solo en este lío, antes tenía una mayoría sólida y unos socios -el PP en el caso de los presupuestos-, que le daban apoyo estable» y ahora necesita aliados para gobernar.
Aunque la campaña ha dejado la relación entre CiU y el PP maltrecha, Sánchez-Camacho tendió la mano a un Mas que tras el 25-N avanza con dificultad por un pantanal con el fango hasta las rodillas. La única condición que el PP pone para ayudarlo es que rectifique «con un giro de 180 grados su planteamiento independentista». Que renuncie a un proyecto soberanista que, según interpretan los populares, «ha sido castigado en las urnas». Como prueba, alegan que hay menos diputados soberanistas (76) que en la anterior legislatura (74).
Oposición constructiva
No es una condición menor. El portavoz del gobierno catalán, Francesc Homs, afirmó ayer que «la consulta se hará porque el mandato del pueblo es inequívoco». Así las cosas, del mismo modo que dos más dos son cuatro, un pacto entre el PP y CiU, hoy por hoy, es inviable. Aunque, a nivel institucional, Artur Mas y Mariano Rajoy están condenados a entenderse. Sobre todo, porque Mas necesitará el apoyo del Gobierno para pagar nóminas, deudas y para que los servicios públicos lleguen al colapso.
Por si alguien tenía dudas, Sánchez-Camacho corroboró el compromiso de Rajoy con Cataluña. La presidenta de los populares catalanes volvió a erigir al PP como un partido «responsable», cuya Junta Directiva ha pactado por unanimidad ejercer una oposición «constructiva». Aunque incidió en el «error» que Mas ha cometido convocando unas elecciones a media legislatura para esconder su «pésima» gestión tras la «estelada», instó al presidente en funciones a rectificar. A reconocer, «por dignidad», que se ha equivocado, a enterrar su proyecto soberanista y centrarse en sacar a Cataluña de la crisis. Porque «si insiste en el separatismo, Cataluña será ingobernable y volveremos a los peores momentos del tripartito», alertó. «Ya veremos si otras fuerzas actúan con la misma responsabilidad y generosidad que el PP», previno a Mas.
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