Ayuntamientos
El PP pide reducir los precios públicos para compensar su subida en el mandato de Trias
Alberto Fernández, presidente del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Barcelona, denunció ayer que la alcaldesa, Ada Colau ratifica los incrementos de los precios públicos del anterior alcalde, Xavier Trias, y reclamó reducir los precios públicos de 2016 para favorecer a las personas más vulnerables, compensando la subida general de un ocho por ciento de los precios públicos del mandato anterior.
A través de un comunicado, Alberto Fernández denunció que «el gobierno de Ada Colau mantendrá los precios públicos de 2016 en vez de reducirlos para compensar la subida continuada que sufrieron los barceloneses durante el anterior mandato».
En este sentido, el presidente del Grupo Popular propuso que el Gobierno Municipal negocie con las entidades gestoras de los equipamientos municipales de forma que la rebaja de los precios públicos sea asumida por el propio Ayuntamiento. Según Alberto Fernández «esta propuesta es viable ya que los ingresos del Ayuntamiento derivados de los precios públicos solo representan el 1 por ciento de sus ingresos totales y el superávit acumulado con el que cuenta el Barcelona es de 222 millones de euros».
Por otro lado, Alberto Fernández criticó que que el Gobierno Municipal apruebe los precios públicos directamente por Comisión de Gobierno sin contar con el posicionamiento de los grupos municipales ni con las asociaciones, entidades y vecinos. Por este motivo propuso que los precios públicos se aprueben con un procedimiento público como las tasas, para que tanto los grupos municipales como los barceloneses puedan hacer alegaciones y aportaciones. Finalmente, el popular recordó que «la subida de precios públicos afecta sobretodo a los colectivos más vulnerables, usuarios de equipamientos residenciales para personas mayores y con discapacidad, servicios de atención domiciliaria o centros deportivos y culturales».
Las ordenanzas fiscales fueron aprobadas el 28 de diciembre en el pleno del Ayuntamiento tras un largo tira y afloja de Ada Colau con el resto de fuerzas políticas. El ejecutivo municipal contaba con el apoyo de sus socios habituales, ERC y PSC, pero como gobierna en minoría requería sumar más votos. Finalmente fueron los ediles de la CUP quienes facilitaron que las ordenanzas saliesen adelante.
Las medida estrellas para el 2016 es la congelación del IBI para el 98 por ciento de los vecinos de la ciudad.
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