Cataluña

El presidente de Fira de Barcelona pide a Mas aparcar la consulta

La Razón
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El presidente de Fira de Barcelona y de Freixenet, Josep Lluís Bonet, había advertido de los peligros de la aventura soberanista de Artur Mas para la economía catalana, pero ayer fue un paso más allá y aseguró que «no es un buen momento para la consulta por la independencia». A su juicio, con la crisis como telón de fondo, «es el momento del diálogo. Es momento para que los políticos hablen».

Bonet admitió que, desde el pasado 11 de septiembre, cuando Artur Mas lo fió todo al independentismo, el boicot a los productos catalanes, concretamente al cava, ha ido a más. Así que, para paliar los efectos del envite nacionalista, reclama diálogo entre la Generalitat y el Gobierno, además de flexibilizar el calendario para hacer la consulta. Añadió que con la presión comercial actual no es el momento de hacer ningún paso en este sentido. «Hay que hablar mucho, tener mucha paciencia», señaló, al tiempo que abogó por procurar que haya un buen trato entre las partes. «Hay que luchar en esa dirección», añadió el presidente de la Fira.

«Creo que Cataluña es la parte más esencial de España y se deben entender», apuntó en declaraciones a Catalunya Ràdio. Freixenet ya sufrió un boicot por su producto en 2004 cuando el entonces líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, cargó contra la candidatura de olímpica de Madrid. La caída de las ventas del producto en España en ese momento aún se arrastra, según fuentes del sector.

Bonet también hizo autocrítica dentro del sector del cava, en el que ahora hay dos patronales: el Instituto del Cava y la escindida Pimecava. A su juicio, «no tiene sentido» y abogó por «hablar y buscar acuerdo y consenso».

Además, Bonet explicó que la suerte de Fira de Barcelona es que ha apostado por la internacionalización y ha querido jugar en «primera división». El presidente de la Fira aseguró que han ganado la «Champions» con la celebración del Mobil World Congress en la ciudad, entre otros acontecimientos.

El sector del cava

El sector del cava, por su simbolismo, es especialmente sensible a las relaciones entre Cataluña y España, así lo reconocen desde las pequeñas bodegas artesanales a los grandes productores. Al fin y al cabo, es un icono representativo de la autonomía. Los datos ofrecidos por el Consejo Regulador del Cava hace apenas dos meses no dejan lugar a la duda: entre la crisis y el boicot el descenso de ventas del cava en España fue del 6,28 por ciento. El consumo nacional se sitúa así en niveles de 1985. El año de las famosas declaraciones de Carod-Rovira, la caída fue del 6,59 por ciento.

Por fortuna para el sector, dos de cada tres botellas se venden en el extranjero y las exportaciones vivieron un incremento del 1,53 por ciento. No obstante, de los 253 productores registrados en el Consejo Regulador apenas 19 concentran el 90 por ciento de las exportaciones: el resto, y no son pocos, siguen teniendo en España su único mercado.