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El «procés» se cuela en la 080

Míriam Ponsa convierte su desfile en manifiesto político el segundo día de la Barcelona Fashion

La nadadora Ona Carbonell, junto con varios modelos lucen creaciones de la firma Antonio Miró, durante su desfile en la segunda jornada de la pasarela de moda 080 Barcelona Fashion
La nadadora Ona Carbonell, junto con varios modelos lucen creaciones de la firma Antonio Miró, durante su desfile en la segunda jornada de la pasarela de moda 080 Barcelona Fashionlarazon

Míriam Ponsa convierte su desfile en manifiesto político el segundo día de la Barcelona Fashion.

¡Oh, bendita Krizia Robustella y sus piezas con colores vivos naranjas, amarillos, azules y estampados con las divertidas tortugas ninja! Porque si no llega a ser por ella, el público que vio los desfiles del segundo día de la Barcelona Fashion se hubiera ido a casa deprimido de tanto ver modelos vestidos de negro, gris y blanco. Qué sí, que el blanco es un fondo de armario, el gris combina con todo y no hay pieza más elegante que el petit robe noir que llevaba Audrey Hepburn, pero en invierno se agradecen las piezas coloridas. Y si no, ¿por qué en Islandia las casas son de colores? Para dar un poco de vida a los días grises.

Robustella, una habitual de la 080, presentó una colección de ropa deportiva con dibujos ilustrados por Susana López. Quería criticar la juventud actual, siempre con humor, a la que le gusta vestir con prendas deportivas de marca.

La única nota de color, al margen de Robustella, fue el lazo amarillo que visitó la diseñadora Miriam Ponsa para reivindicar la libertad de los políticos y activistas catalanes. Fiel al color negro, Ponsa convirtió su desfile en un manifiesto político. Dejó una fila vacía para los políticos ausentes con un crespón amarillo, la misma puesta en escena que se vio en el Parlament hace dos semanas, cuando Roger Torrent fue investido. Y llamó a su trabajo «La marcha de la sal» porque entiende que hay muchos paralelismos entre la protesta pacífica de Mahatma Gandhi y el soberanismo. «Necesitaba hacer una colección política», admitió Ponsa.

Txell Miras, otra habitual, también apostó por el negro, blanco y grises. Sólo arriesgó con el azuloscurocasinegro para vestir a las brujas de su colección inspirada en la Santa Inquisición. La olímpica Ona Carbonell debutó en la pasarela para Antonio Miró, un día en que abrieron el show las marcas masculinas Mans Concept y Jnoring.