El proyecto de interconexión del tranvía estará listo en otoño

La oposición en pleno votaría en contra bien sea por dudas técnicas, bien por rechazo al proyecto o bien por la gestión privada.

Llegados prácticamente al ecuador de la legislatura, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, tiene que acelerar alguno de los proyectos en el cajón para presentarlos ante la ciudadanía en las próximas elecciones. Uno de ellos es, sin duda, la interconexión de los tranvías por la Diagonal que la alcaldesa quiere llevar a cabo contra viento y marea. Para ello, el Ayuntamiento organizó ayer una jornada sobre tranvías para conocer otras experiencias y adelantar que tendrán el proyecto redactado en otoño de este año. No obstante, Colau, tal y como se lo hicieron saber ayer, no tiene ningún apoyo en la oposición.

La teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, aprovechó la conferencia sobre tranvías para explicar los plazos del proyecto. El consistorio prevé que el estudio de movilidad esté terminado a finales de marzo y los estudios informativos, en junio. Con esta agenda programada, el proyecto ejecutivo, por lo tanto, estaría redactado en otoño. «Somos plenamente conscientes de que la conexión intertranviaria se desarrollará tarde o temprano», agregó Sanz. La concejal destacó que la conexión del tranvía es «de sentido común» y que debería ser «de ciudad y no de un gobierno municipal».

El director estratégico del proyecto de conexión de las líneas de tranvía del Ayuntamiento, Pere Macías, afirmó que ya «hemos hablado con todos los grupos municipales, y con todos ellos hay puntos de acuerdo», como la propuesta de ampliación de las aceras de la avenida Diagonal del grupo Demòcrata. Macías insistió en la idea de Sanz de que la conexión es «un proyecto de ciudad», pero aseguró que «cuanto antes lo pongamos en marcha, mejor le irá a la ciudad».

El gobierno municipal, sin embargo, no tiene los aliados necesarios para licitar y adjudicar las obras. El grupo Demócrata, la antigua Convergència, se opone frontalmente por las «deficiencias técnicas» del proyecto, mientras que el PP recuerda que ya se dijo «no» al tranvía por la Diagonal en la consulta del 2010. Cs y ERC no avalan tampoco las intenciones del gobierno hasta que no les resuelvan las dudas técnicas que tienen. Mientras que la CUP no cuestiona el trazado sino el modelo de gestión, que reclaman que sea 100% público.

El presidente del PP municipal, Alberto Fernández, criticó que el Ayuntamiento quiera asumir el coste de conectar el tranvía cuando, aseguró, esta obra corresponde a la Generalitat. Fernández lamentó, además, que a Colau «le sea indiferente» que en la consulta de 2010 «el 80 por ciento de los barceloneses dijeron “no” al tranvía por la Diagonal».

El portavoz del grupo Demócrata, Joaquim Forn, señaló que el proyecto nace «sin ningún tipo de consenso, ni político ni técnico» y reprochó al consistorio que no haya resuelto las «deficiencias técnicas» que ven. Forn cree que el tranvía por la Diagonal generará más congestión, que impactará negativamente en la nueva red de bus y que no tiene retorno social. Por ello, como el PP, proponen el bus eléctrico como alternativa más económica.