Nueva York
El Ramon Llull rechaza la ayuda del Cervantes para difundir el catalán
El organismo de la Generalitat cuenta con un presupuesto para este año de 9 millones
BARCELONA– El Institut Ramon Llull, institución cuya función es divulgar el catalán en el extranjero, se niega a aceptar la ayuda de una red de centros internacionales que podrían multiplicar la difusión del catalán. El director del Institut Ramon Llull (IRL), Vicenç Villatoro, aseguró ayer que el Instituto Cervantes no le «sirve de nada» y se negó en redondo a aceptar la propuesta que Rafael Rodríguez Ponga, secretario general del Cervantes, de colaborar juntos para la promoción del catalán. «Nos parece mejor que quiera ser el gran instituto de la lengua castellana que no el instituto de las lenguas de la península», afirmó Villatoro.
Para el director del Ramon Llull, la propuesta de colaboración, que realizó el miércoles de la semana pasada Rodríguez Ponga después de reunirse con la delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, sólo quiere ser una cortina de humo de intereses oscuros. «Esto obedece a razones políticas más que a razones culturales», dijo Villatoro, y afirmó que sólo quiere mandar un mensaje de rivalidad «que no es cierta».
Razones políticas
La conjetura de una razón política detrás del hecho de que el Cervantes busque estrechar los lazos de colaboración con el Ramon Llull deja una cosa clara, que el rechazo a la ayuda sólo obedece a razones políticas. Después de la marcha de Baleares de la entidad, el Ramon Llull perdió 1,2 millones de euros para su actividad en 2013. Utilizar las infraestructuras del Cervantes podría liberar esta pérdida de presupuesto. En 2012, el Ramon Llull contaba con 10,8 millones de presupuesto, del que el 7 por ciento era la aportación balear. En 2013, el presupuesto ha bajado a algo más de 9 millones. Villatoro volvió a apelar a las «razones políticas» para explicar la marcha de Baleares del consorcio del Ramon Llull.
El director del IRL, en una comparecencia delante de la Comisión de Asuntos Iberoamericanos del Senado, también criticó los datos que dio el Cervantes sobre cómo ha apoyado al catalán hasta la fecha. Rodríguez Ponga aseguró que la institución se había encargado de 147 iniciativas para la promoción del catalán, como un concierto de Agustí Villaronga en Nueva York; la visita de Eduardo Mendoza a Estambul; una exposición dedicada a Muntades en París; o la traducción al griego de Joan Muntadas. Para Villatoro, esto era mentira. «Aportaron datos engañosos. Muchas de las actividades que exponían se realizaron con el apoyo económico del IRL», dijo Villatoro, que dejó claro que prefiere ir por libre que aprovecharse de la ayuda del Cervantes.
Además, el director del IRL desmereció los 44 cursos que ofrece el Cervantes para un total de 202 alumnos en todo el mundo. «Si ellos han hecho eso me parece muy bien, pero éste no es nuestro objetivo. Para nosotros lo que cuenta es tener más presencia en universidades y no en una habitación dentro de un Instituto Cervantes», dijo con ironía.
Según manifestó Rodríguez Ponga tras su reunión con Llanos de Luna, «la cultura catalana ocupa un lugar notable en las programaciones de los centros del Cervantes» e invitó al IRL a ampliar el marco de colaboración, dejando abiertas las posibles vías de ayuda. En 2004 Gobierno y Generalitat ya firmaron un acuerdo para que el IRL pudiese buscar vías de explotación de la red del Cervantes para la difusión y promoción del catalán en el extranjero.
En la actualidad, el IRL cuenta con una plantilla de 60 personas y tiene oficinas, además de en Barcelona, en Nueva York, Berlín, Londres y París, aprovechándose de las «embajadas» que tiene el Govern. Una de sus últimas acciones ha sido organizar la presencia de Barcelona como ciudad invitada en el Salón del Libro de París.