El sueño de María Teresa

La Fundación Ared salta a la pasarela 25 años después de empezar a tejer en un taller de Wad-Ras que ayuda a mujeres presas a reinsertarse.

Hay casualidades inquietantes, tras las que la escritora Rosa Montero prefiere ver magia a buscar una explicación. Y otras que son el fruto de un largo trabajo, como que la Fundación Ared acabara ayer desfilando en la 080 Barcelona Fashion con su propia firma AredTextil by Fundación Ared. Todo empezó con un sueño. El sueño de María Teresa Rodríguez.

Hace 25 años, cuando hacía de monitora en el centro penitenciario de Wad-Rad, en Barcelona, montó junto a un grupo de mujeres presas un taller de confección para facilitar su reinserción en la sociedad. Empezaron cosiendo ropa de trabajo para una empresa textil de Poblenou. Luego llegaron más pedidos y la Fundación Ared amplió sus talleres de formación a mujeres en riesgo de exclusión social. Tanto confeccionaban uniformes como los primeros vestidos de fiesta para la marca ByBiombo. De vez en cuando, una de las alumnas de Rodríguez preguntaba: «¿por qué tejemos para otros, cuando podríamos tener nuestra propia marca?». Ella asentía, era su sueño. Pero los sueños no se cumplen si no se trabajan y se puso manos a la obra. Apostó por crear una marca propia de ropa laboral. «La idea era hacer una marca social y sostenible. Hablamos con hoteles, centros socio-sanitarios y hospitales, que son quienes pueden necesitar ropa para sus trabajadores, desde uniformes a delantales», cuenta Elisabet López, responsable comercial y de operaciones del taller de confección de la Fundación Ared. Y con tesón, trabajo y espíritu de superación lograron hacer realidad el sueño de Rodríguez.

La Fundación Ared presentó ayer su primer catálogo, que consta de cinco colecciones –vichy, hipster, jean, basic y print (ofrece al cliente diseñarse uniformes a medida)– en la 080 Barcelona Fashion. Resulta que después de tener listas las colecciones, que diseñó desinteresadamente Carmen Mestres, habían pensado en desfilar en el recinto modernista de Sant Pau. Y resulta que entonces Judit Mascó relevó Maria Elena Alfaro, como presidenta de la fundación. Y los astros se alinearon y Ared Textil by Fundación Ared ayer se subió a la pasarela de la 080.

«Gracias por luchar cada día para formaros y demostrar que a través del trabajo, las mujeres podemos conquistar la libertad», dijo una emocionada Rodríguez, antes de arrancar el desfile.

Aunque lo hizo fuera del programa oficial, AredTextil by Fundación Ared reunió el «front row» con más glamour de esta edición de la 080. Martina Klein, su pareja, el tenista Àlex Corretja, Verónica Blume o Vanesa Lorenzo se sentaron en los bancos del recinto modernista de Santa Pau desde donde aplaudieron con entusiasmo el estreno en la pasarela de la fundación que preside su colega Judit Mascó.

El desfile más alegre

Por el escenario por el que durante cuatro días han desfilado modelos con tejidos nobles como la seda, el cachemir o camisetas por las que se cobran tres cifras, desfilaron los uniformes y ropa laboral confeccionada por mujeres en riesgo de exclusión social, la mayoría de centros penitenciarios.

Los modelos eran las mismas mujeres que aprenden a tejer en los talleres de formación de la Fundación Ared, sus familiares, trabajadores y colaboradores. Como Aitana, que lució la ropa para catering con cuadros vichy rojos y blanco, confeccionada por su madres y sus compañeras. Hace dos semanas que le dijeron si quería hacer de modelo y no se lo pensó, aunque ayer tuvo que madrugar para estar a las 5.30 en Sant Pau. La peinaron, la maquillaron, la vistieron y le dijeron «tú sonríe mucho». Sonó el «Malamente» de Rosalía, el «Cumpleaños Feliz» para celebrar el 25º aniversario de Ared, el público –trabajadores, familiares y amigos–, aplaudió y animó a cada uno de los modelos. «Que tremoli el món, junts som invencibles», decía la letra de la canción que cerraba el sarao. Fue el desfile más alegre de todos.