Exposición

El tachón rojo de la vergüenza

El Born Centre Cultural abre la Semana del Libro Prohibido con una exposición

El tachón rojo de la vergüenza
El tachón rojo de la vergüenzalarazon

El contenido sexual del «Ulises» de James Joyce hizo que no se prohibiese su publicación en el Reino Unido. «La cabaña del tío Tom», de Harriet Beecher Stowe, por supuesto, era quemado en los estado confederados por su mensaje anti esclavitud. En Australia no pudieron leer los «120 días en Sodoma» del Marqués de Sade hasta los años 60. Stalin, furioso, prohibió «1984» de George Orwell porque creía que el libro le parodiaba. Incluso las «50 sombras de Gray» han sido prohibidas en Malasia, lugar en que el sadismo no está de moda. La censura es un mal endémico que han sufrido los escritores desde el principio de los tiempos. ¿Existe ahora? Por supuesto, se llama mercado y cada vez prohibe más la diversidad del contenido.

Ayer se abrió la Semana del Libro Prohibido en el Born Centre Cultural con la inauguración de la exposición «Vermell censura», interesante recolección de los actos más humillantes y deleznables trazados en nombre de la decencia hacia los escritores y sus creaciones literarias. Dividida en tres partes, la muestra acoge novelas catalanas, universales y literatura juvenil. En contramos, por elemplo, «Incerta glòria», de Joan Sales, del que existen seis informes de censura por el tema religioso, pero que tras conseguir el «nihil obstat» del Arzobispado de Barcelona se publicó. También destaca «El carrer de les Camèlies», de Mercè Rodoreda, que fue considerada vulgar o «Vida privada», de Josep Maria de Sagarra, que a juicio del censor era contraria a la monarquía y la dictadura de Primo de Rivera. Además, de «El día que murió Marilyn», de Terenci Moix, del que se suprimieron pasajes de sexo o críticos con la religión y el franquismo.

Una feria de libros prohibidos

La semana tendrá otros puntos de interés, como la obra de teatro «L’Editto Bulgaro», donde se ironiza sobre la censura de Berlusconi en la RAI a un humorista; o un concierto de músicas prohibidas de Gemma Humet y Rubèn Fernàndez. Aunque el plato fuerte será el domingo 7 de junio con la Feria del Libro Prohibido en la plaza Comercial, que será la «más subversiva» hecha en Barcelona.