Barcelona

El Thyssen se instala en CaixaForum

Las obras maestras de la pinacoteca madrileña protagonizan una impresionante exposición en Barcelona

«Arlequín con espejo», de Pablo Picasso, una de las estrellas de la exposición
«Arlequín con espejo», de Pablo Picasso, una de las estrellas de la exposiciónlarazon

Las obras maestras de la pinacoteca madrileña protagonizan una impresionante exposición en Barcelona.

Hace 30 años, en 1986, se expuso por primera vez en nuestro país buena parte de la colección que durante décadas había reunido la familia Thyssen. En su momento el entonces alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, soñó la idea de que la mejor pinacoteca de pintura del mundo acabara en la capital catalana, pero la política –especialmente el entonces ministro de Cultura Javier Solana– hizo que aquel proyecto acabara en Madrid un lustro más tarde.

Lo que no pudo ser ahora lo es de alguna manera en la exposición que abre sus puertas en CaixaForum, uno de los indiscutibles acontecimientos culturales de la temporada. Por primera vez viajan hasta Barcelona una serie de obras maestras del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, de firmas de la talla de Rembrandt, Rafael, Rubens, Pissarro, Cézanne, Kandinsky, Picasso, Chagall, Beckman, Hopper y O’Keeffe, entre muchos otros. Son un total de 63 piezas a las que se les suman ocho más cedidas por el Museo Nacional de Arte de Cataluña (Mnac), procedentes de la colección Thyssen-Bornemisza y que forman parte de la colección permanente del museo barcelonés.

La muestra, comisariada con mano maestra por Guillermo Solana, director del Thyssen de Madrid, ofrece una nueva perspectiva de la pinacoteca, huyendo de la ordenación cronológica para hacerlo por temas, lo que permite ver las piezas desde una nueva dimensión. Solana explicó ayer que lo que se propone al visitante de CaixaForum es «una construcción didáctica de la colección. No es solamente una colección de tesoros».

Desde esa dimensión transversal surgen diálogos apasionantes entre los cuadros, por ejemplo, el que tiene que ver con «La anunciación» de Veronés y la de El Greco. Lo mismo pasa con «La Virgen y el Niño con santos y un donante» de Palma el Viejo enfrentada a la moderna «La Virgen de la aldea» por Marc Chagall.

No todo es pintura religiosa. El retrato es uno de los grandes protagonistas de la mano maestra de Rubens con su espectacular «Retrato de una joven dama con rosario», sin olvidar de un «Autorretrato con gorra y dos cadenas» de Rembrandt que se cruzan con la mítica pintura de Hopper «Habitación de hotel», así como otros dos autorretratos: el de un joven Max Beckmann y el bellísimo de Picasso vestido como un arlequín con espejo.

La sección dedicada a la «Vanitas», la alegoría de la vanidad, también cuenta con Picasso, además de bodegones de Paul Cézanne, Juan Gris, William M. Harnett hasta la descomposición de la imagen a manos de Paul Klee en «Omega 5 (Objetos de imitación)». El paisaje fue una de las grandes pasiones del último barón Thyssen, pudiendo adquirir joyas, ahora en CaixaForum, de Corot, Courbet, Nolde, Pechstein, Ernst y O’Keeffe.

El viaje pictórico concluye con el paseo por la ciudad, por el paisaje urbano desde los canales venecianos de Canaletto a las calles parisinas de Pissarro, además de la mirada de Kandinsky, Weber y Estes.