El TNC recupera a «Doña Rosita la soltera»

Hace 79 años que Federico García Lorca le hizo un «regalo de Navidad» a Barcelona, estrenando en la ciudad la que sería la última obra que estrenó en su breve vida: «Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores». El poeta y su principal actriz y cómplice teatral, Margarita Xirgu, se volcaron con la capital catalana e incluso dedicaron una función a las floristas de las Ramblas.

Este jueves es el director Joan Ollé el encargado de recuperar esta obra, a medio camino entre el drama y la comedia, en el Teatre Nacional de Catalunya. Nora Navas es la encargada de ponerse en la piel de esta heroína lorquiana, una «solterona» granadina que espera durante toda su vida la vuelta de su primo para desposarse, mientras su cuerpo envejece por el paso del tiempo. Con Navas, estarán un interesante reparto con nombres como los de Carme Elias, Enric Majó o Mercè Aranega, entre otros, además de la música de Paco Ibáñez.

Ollé aseguró la semana pasada, durante la presentación de estaproducción, que en «Doña Rosita», pueden encontrarse ecos a Chejov, un autor admirado por Lorca. Pero también hay temas que siempre fascinaron al autor asesinado en 1936, como el paso del tiempo, el tema de la fertilidad creadora de vida y de los deseos insatisfechos. En este sentido, estos últimos puntos ya se veían en una de las más célebres tragedias del poeta, como es «Yerma».

Para Navas, quien hace unos años se atrevió con «Así que pasen cinco años», otro texto lorquiano para inaugurar un Festival Grec, en «Doña Rosita» aparece también «una Granada decimonónica y cursi, en el que está presente el que dirán, bajo la atenta mirada de todos. Y Rosita bno quiere ser víctima del que diran». Todo ello ocurre en una ciudad «de cera e iglesia», según Ollé.

Por su parte, Nora Navas rememoró que cuando recibió la llamada del director teatral para encarnar a Rosita, lo primero que pensó fue en ponerse en contacto con Núria Espert quien ya la había encarnado. «Fui a verla a Madrid y me hizo fragmentos de la obra en su casa». Para Navas, conocida por sus aplaudidas y premiadas interpretaciones en «Pa Negre» y «Todos queremos lo mejor de ella», el principal reto es el de el paso del tiempo en tres actos, que se sitúan en 1885, 1900 y 1911, el cambio de actitud del personaje en cada etapa de su vida y la expresión de dolor de este drama absoluto, me ha costado lo suyo».

El propio poeta aseguraba que en 1935 que «Doña Rosita es la vida mansa por fuera y requemada por dentro de una doncella granadina que poco a poco se va convirtiendo en la cosa grotesca y conmovedora que es una solterona en España». En declaraciones a la revista «Crónica» Lorca exclamaba «¡Cuántas damas maduras españolas se verán reflejadas en doña Rosita como en un espejo en mi comedia desde el principio al fin. ¿Comedia he dicho? Mejor sería decir el drama de la cursilería, de la mojigatería española, del ansia de gozar que las mujeres han de reprimir por fuerza en lo más hondo de su entraña enfervecida».