Tribunales
El TS confirma la condena a una mosso por pegar a una detenida
El Supremo considera que la agente además vejó a la víctima.
El Tribunal Supremo (TS) rectificó ayer la condena impuesta a una agente de los Mossos d'Esquadra que en abril de 2007 abofeteó a una detenida cuando esta se negaba a ser registrada en la comisaría de Les Corts. Además de la condena por agresión, que comporta una multa de 450 euros, el TS considera que la agresión constituye, además, una vejación injusta de carácter leve.
La condena impuesta por el Supremo mantiene los 450 euros de multa por la agresión, que ya dictaminó la Audiencia de Barcelona en su momento, y le suma 150 euros al incluir el delito de vejaciones. Además de la sanción, la agente deberá indemnizar a la víctima con 500 euros por los daños físicos y morales causados. El fallo también confirma la condena de la víctima, Elena Podiviginia, por una falta de atentado.
En el fallo, el Supremo alega que la bofetada propinada por la agente de los Mossos, Tania Rodríguez, a la detenida, que se «hallaba esposada y parcialmente desnuda», se trata de «una acción gratuita pluri-ofensiva pues constituye una falta de maltrato sin lesiones y al mismo tiempo una vejación injusta de carácter leve», además de una «acción humillante y depresiva para la víctima». De hecho, la víctima sufrió daño psicológico consistente en ansiedad, fobia, desconfianza en terceros e hipersensibilidad que derivó en el diagnóstico de un trastorno por estrés postraumático en noviembre de 2009. El TS también razona que el golpe fue «por completo gratuito» y realizado por «una funcionaria de la policía revestida de autoridad que ejercía fuerza reglamentaria sobre otra mujer en situación de vulnerabilidad».
La agresión, que se produjo la noche del 5 de abril de 2007, fue grabada por una de las cámaras que la conselleria de Interior, dirigida entonces por el ecosocialista Joan Saura, instaló en las comisarías catalanas ante el aumento de denuncias por abusos policiales registrado en Cataluña.
Una patrulla de Mossos, en la que se encontraba la agente condenada, acudió a casa de Elena Podiviginia, de nacionalidad rusa, que presentaba un estado alterado tras darse cuenta de que no podía acceder a su vivienda al no tener las llaves. Tras comprobar que la mujer seguía gritando y pegando patadas, los agentes la esposaron. Mientras se dirigían al vehículo policial, la detenida mordió a uno de los agentes. Una vez en la comisaría, dos agentes procedieron a su registro, pero la mujer se negó por lo que fue esposada de nuevo. Fue durante el cacheo a la fuerza que la agente le propinó el bofetón que acabó con la detenida en el suelo.Luego, la cogió por el cuello y prosiguió el registro. La detenida quedó en libertad al día siguiente.
✕
Accede a tu cuenta para comentar