«Están dejando fuera de la regulación a casi todos los pisos turísticos»

Entrevista a Enrique Alcántara, presidente de APARTUR, la asociación de apartamentos turísticos de Barcelona.

-¿Cuántos apartamentos turísticos hay Barcelona hoy en día?

–9.600, más los ilegales que no están contabilizados

–Y de éstos, ¿cuántos están ubicados en en edificios de uso exclusivo para esta actividad?

–Deben ser mil y pico, cerca de un 10%. Son viviendas de uso turístico. Una cosa son apartamentos turísticos y otra son viviendas de uso turístico. Apartamentos turísticos puros igual hay 50 en Barcelona. Un apartamento turístico es un edificio con zonas comunes, recepción, escaleras de emergencia, como un apartahotel. Cuando ahora hablemos de apartamentos turísticos, nos referiremos a las viviendas de uso turístico.

–¿Cree que aún existe margen de crecimiento en este sector?

–Sí, técnicos del Ayuntamiento en algún momento, hace años, nos hablaron de que la carga máxima de la ciudad estaba en torno a las 20 mil viviendas. Y la demanda es muy muy fuerte, si no no habría alojamiento ilegal. De hecho, el alojamiento ilegal nace porque hay una demanda que no está satisfecha con la oferta actual.

– ¿Cómo creen ustedes que debe regularse este crecimiento?

–Creemos que el sector tiene que tener un crecimiento sostenido, con unos porcentajes definidos de crecimiento anual, de revisión para ver cada año lo que se está creciendo y qué impacto está teniendo en la ciudad e ir controlándolo. Yo creo que el modelo anterior, que era el de barra libre, no volverá nunca y de hecho, puede crear un impacto negativo en el mercado de la vivienda.

–¿Y por zonas?

–Sí, por zonas también. Hay zonas que están saturadas de turistas, donde el crecimiento tendría que ser muy limitado. De hecho, en Ciutat Vella hay desde hace 11 años 650 licencias, mientras las plazas hoteleras van creciendo. Ahí se tendría que haber crecido algo a lo largo de los años, muy poquito. En cambio, en la zona del Ensanche, donde hay zonas en las que todavía hay muchísimo espacio, hay mucho recorrido de crecimiento.

–Se ha hablado mucho del impacto que tienen las viviendas de uso turístico entre los vecinos. ¿Puede ser compatible una cosa con la otra?

-Perfectamente. Lo que hay que asegurarse es que los pisos turísticos se gestionan de forma correcta, garantizando la convivencia con los vecinos. Por ejemplo, hace cosa de un mes se empezaron a instalar sonómetros en pisos turísticos y éste ha sido el gran salto en la garantía de esa convivencia. En tiempo real tienes en el móvil los gráficos del sonido que hay en el apartamento y en cuanto el sistema detecta que hay un patrón de crecimiento de ruido que podría provocar molestias a partir de una hora de la noche, nos avisa. Así, nosotros podemos llamar al momento al cliente y decirle que deje de hacer tanto ruido, lo cual resulta exitoso en el 99% de los casos y si no funciona, aprietas un botón y va una persona en menos de 20 minutos a hacerles callar. Llevamos mil sonómetros instalados en un mes. Nosotros apostamos por medidas como ésta que garanticen la buen convivencia. Por ejemplo, otro caso que hemos propuesto al Ayuntamiento: crear una oficina de atención al vecino. Se trata de iniciar un proceso de mediación entre los vecinos, el propietario del apartamento y la empresa gestora para hallar soluciones.

–Para evitar molestias a los vecinos ¿no sería conveniente concentrar los apartamentos de uso turístico en un solo edificio?

–No. El turista busca estar dentro de una comunidad, no de un apartahotel, vivir la ciudad desde dentro y eso es compartiendo el edificio con gente local. Otro motivo es que el piso turístico favorece uno de los aspectos más importantes que defendía el actual gobierno de la ciudad, que es la redistribución de la riqueza del turismo. Una gran forma de redistribuir los beneficios es que los pequeños propietarios puedan acceder al turismo, ya sea a través del alquiler de habitaciones como de apartamentos completos. Además, la concentración de pisos turísticos tiene un riesgo, que es el mobbing inmobiliario

-Ustedes en su momento ya se mostraron contrarios el PEHUT –Plan Especial de Viviendas de Uso Turístico- y ahora han presentado alegaciones contra el PEUAT –Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos.

–Es lo mismo. En el PEHUT lo que han hecho es coger lo que tenían previsto para el PEUAT, que ha tenido 130 alegaciones, y nos lo han metido y aprobado de forma definitiva, una cosa demencial. El Ayuntamiento lo ha tenido que separar porque el 1 de mayo acababa la moratoria y por lo tanto, el 2 de mayo todo el mundo podía sacar licencias de forma ilimitada en toda la ciudad. Por ello, han tenido que aprobar algo deprisa y corriendo, a la espera de tener el PEUAT definitivo

–¿Podría concretar en qué se oponen?

–Lo primero y más importante es que el PEUAT está contemplando un crecimiento de plazas hoteleras pero no contempla un crecimiento en viviendas de uso turísticos y esto es una discriminación enorme. Y más cuando hay una demanda muy importante. Entendemos que para acabar con la ilegalidad lo que hay que hacer es permitir la legalidad. Además, nos dicen que cuando se cierre un piso turístico se puede abrir otro en según que zonas, y ha de ser en una ubicación que no haya sido vivienda en julio de 2015 y el motivo principal de esto es que no quieren que nuestro sector destruya vivienda. Pero si tu cierras una vivienda de uso turístico para abrirla en otro sitio, no hay destrucción de vivienda, estás liberando uno para abrir otro. Además, por un tema de regulación, nos están dejando fuera de ordenación a casi todos los pisos turísticos. Hay que mejorar mucho el PEUAT, que se ha hecho muy mal. No se nos escuchó; ha faltado una mesa de trabajo y es una pena porque hemos perdido un año. Espero que se ponga en marcha un nuevo PEUAT más acorde a las necesidades de todos.

-En este sentido, ¿cuál es su principal petición al Ayuntamiento?

-Pedimos que el Ayuntamiento crea en este sector y lo apoye, se sienta orgulloso de un sector que trabaja bien y que da respuesta a una demanda muy importante.