«Hemos perdido la mitad de las reservas por un exceso de alarma»

Los hoteles del Pirineo critican que tanta alerta perjudica al turismo y al final en Ribes de Fresser, la Cerdanya o Boi «nevó poco».

Si por noticia se entiende «un hecho atípico», ayer era noticia que en la carretera C-16, que conecta la Cerdanya con la provincia de Barcelona, no hubiera retenciones. Durante la temporada de esquí esta vía, donde se encuentran los coches que vienen de Andorra, la Cerdanya y de la región francesa de Midi-Pyreenées, se colapsa los domingos por la tarde. Pero las alertas por temporal que el viernes lanzaron Protección Civil y los servicios metereológicos disuadieron a muchos ciudadanos de ir a pasar el fin de semana a la montaña. «Nevará. Mejor quedarse en casa», advirtió el director general de Protección Civil de la Generalitat, Joan Delort. Y al final, el sábado, «no nevó» en el valle de la Cerdanya, dicen en el Hotel del Prado de Puigcerdà. «Nevó la noche de sábado a domingo», explican, pero ayer a mediodía el sol había fundido la nieve.

En este histórico hotel, cuentan que la excesiva alarma por temporal de nieve les ha hecho perder entre un 20 y un 30 por ciento de las reservas. «Nos ha salvado el campeonato de patinaje artístico y la Feria del Trinxat –plato típico de la comarca–», que este fin de semana se celebraba en Puigcerdà.

El Pirineo de Lleida no tenía guardado este as en la manga. En el hostal La Plaça, en La Vall de Boí, dicen que este fin de semana ha sido «el má flojo de todo el mes de febrero». Este establecimiento de 50 habitaciones ha tenido una ocupación entre el 90 y el cien por cien desde que empezó el año. Este fin de semana, la ocupación ha caído al 50 por ciento. El jueves, «con tanto alarmismo, nos cancelaron un 25 por ciento de las reservas y el otro 25 por ciento ni llamó», lamentan. «Esto ha sido mucho ruido y pocas nueces, porque al final, en el valle, cayeron cuatro copos y no hizo falta ni cadenas», explican. Los clientes que no cancelaron la reserva ayer tuvieron un «fantástico» día de esquí. «Ahora esperamos que el próximo fin de semana la gente se anime». Lo cierto es que en las pistas de esquí está nevada ha sido como agua de mayo. Tras un invierto preocupantemente caluroso, se han asegurado nieve hasta final de temporada y la tranquilidad de que podrán abrir en Semana Santa.

El presidente de la Federación de Hostelería de Lleida, Juan Antonio Serrano, comparte con el hostal La Plaça que ha habido un exceso de alarmismo que ha afectado al sector turístico. «Cada año pasa lo mismo y ya estamos un poco hartos», protestó. Confirmó que en la zona del Pirineo se han anulado más de la mitad de las reservas y añadió que también se ha perjudicado a establecimientos de otras zonas del interior, incluso, de la costa y hoteles de la misma ciudad de Barcelona.

Aunque reconoce que la seguridad es una prioridad, critica que «no puede ser que se diga a la gente que no salga de casa, porque las repercusiones económicas son muy grandes».

En el Vall d’Aran, que tiene mucho turismo del resto de España, apenas se han anulado reservas. Un 10 por ciento en el Parador de Vielha y ninguna en hoteles como el AC Baqueira. En cambio en el Pirineo Oriental, en el hotel Resguard dels Vents, en Ribes de Fresser, les cancelaron un 25 por ciento de las reservas. Comparten que hubo alarmismo. Allí, llovió y apenas cayeron cuatro copos de nieve.

Pero el conseller del Interior, Jordi Jané, insiste en advertir de la necesidad de extremar las precauciones porque las condiciones del tiempo son irregulares y puede dar sorpresas. El temporal sigue hoy con lluvias y pude volver a nevar o granizar en cotas de 500 metros.