ICV renueva sus caras para sobrevivir a Iglesias y Colau

Sitúa a Marta Ribas y David Cid en la coordinación general y a Ernest Urtasun como portavoz. Apuesta por una cooperativa de izquierdas

En medio del vendaval que está cambiando el mapa de las izquierdas en Cataluña y España, ICV, que en Barcelona se alió con Ada Colau, en las autonómicas con Catalunya Sí que es Pot y en las generales con Pablo Iglesias y Xavier Domènech, moderniza su dirección para resistir a la llegada de la nueva política. Los «históricos» Joan Herrera y Dolors Camats – «históricos», pese a no llegar a los 50–, se retiran para dar paso a una hornada de treintañeros y cargarse de argumentos para competir con Iglesias, Errejones, Colaus y CUPS.

Los elegidos para liderar a los ecosocialistas son el eurodiputado Ernest Urtasun, que como portavoz será la cara más visible de ICV; la diputada en el Parlament de Cataluña, Marta Ribas, voz destacada dentro del grupo Catalunya Sí que es Pot, y el coordinador de ICV en Barcelona, David Cid.

El Consejo Nacional de ICV ratificó la nueva dirección con el 91,6 por ciento de los votos, apenas un 2,3 por ciento en contra y un 5,2 por ciento de abstenciones. Aunque la participación se quedó en un 46,25 por ciento. No había más candidaturas.

En pleno debate sobre la confluencia con Podemos y otras fuerzas de izquierdas, Urtasun explicó que los ecosocialistas quieren construir un nuevo espacio de confluencia entre formaciones progresistas que huya de coaliciones, sin que ICV desaparezca. Su apuesta pasa por cooperar con otras fuerzas para construir una nueva hegemonía de izquierdas que tenga opciones de ganar en Cataluña.

«Queremos hacer una cooperativa política que permita que todo el que quiera pueda venir a compartir el objetivo político que queremos, ganar la soberanía real de Cataluña y por lo tanto el derecho a decidir y construir un país justo», expuso Ribas.

Con la idea de retener y recuperar electores, Cid añadió que «la propuesta nacional que nosotros tenemos es la mejor para Cataluña y también es la mejor para buena parte de la gente independentista. Su principal reto será sobrevivir a Ada Colau.

La idea de ICV es avanzar hacia esta cooperativa de forma consensuada y progresiva. Para no despistar al votante, abogan por que tenga la misma denominación en todas las instituciones, sin que esto sea incompatible con mantener las siglas de ICV vivas. Ahora, la confluencia donde participa ICV en Barcelona, se llama Barcelona en Comú, en el Parlament, donde se el partido de Colau se borró, Catalunya Sí que es Pot, un nombre que un experto en marketing suspendería, y en el Congreso, En Comú Podem.